Thiago Simón, un campeón de ritmo marcial

En posición de saludo militar, mientras recuerda todo el esfuerzo realizado para llegar a los Juegos Panamericanos de Toronto y oye el himno de Brasil en su honor, Thiago Simón recibe una medalla de oro que reconoce el ritmo marcial que hoy impuso en la prueba de 200 metros pecho.Álvaro Blanco
Simón forma parte del Ejército de Brasil tras alistarse este año y cuando suena el himno "uno tiene que quedarse de esa manera", explica con una sonrisa de satisfacción incontrolable.
"Estar en el Ejército da disciplina, impone actitud y enseña cómo comportarse en una competición y en un momento de presión", explicó a Efe.
Mientras esperaba en el podio, con rostro medio serio, casi risueño, pensaba en el trabajo arduo que hizo para llegar a ese mismo lugar en ese preciso momento.
"Pensaba en todo lo que pasé para lograr esa marca y es un momento en el que pasan muchas cosas por la cabeza y sólo mañana por la mañana me daré cuenta de lo conseguido", dijo. "No sé si podré dormir esta noche".
En el podio, a su izquierda, presea de bronce, Thiago Pereira, máximo medallista brasileño en la historia de los Juegos Panamericanos, con 20 metales. Todo un ídolo para él, y al que ha batido por más de dos segundos, un mar de distancia en una prueba de este nivel.
"La primera participación de Thiago fue en los Panamericanos de 2003; estos son mis primeros Juegos y espero que me queden muchos por delante y ganar más medallas para Brasil", dijo.
Simón se mostró feliz de poder compartir piscina con un fenómeno nacional aunque recordó que ya ha nadado muchas pruebas a su lado y ya está acostumbrado. Y más ahora que le ha batido.
Su interés por el agua le viene en la "sangre" e incluso una de sus tías compitió en un campeonato estatal, aunque el ya superó ese listón familiar con creces.
A los 4 años ya estaba nadando y a los 8 comenzó con un entrenamiento formal que le ha llevado a ser el mejor a nivel continental, al menos hasta los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
"Mi meta era mejorar mi marca, que era 2:10.58, que hice en diciembre pasado y el tiempo que me clasificó para estos Juegos", explicó con dificultad, casi sin palabras. "Me es muy difícil hablar", reconoció.
Simón paró el reloj casi dos segundos por debajo de los 2:11.62 que el estadounidense Sean Mahoney estableció en los Juegos de Guadalajara en 2011.
Al brasileño, que ya había sido subcampeón sudamericano en 2014 en la misma prueba, no le sorprendió el resultado, a pesar de que empezó a practicar la disciplina de pecho hace apenas dos años, después de sorprenderse de lo bien que se desempeñaba cuando participaba en pruebas combinadas.
"Esperaba nadar bien, entrené bien y he perfeccionado mi técnica de pecho, una prueba en la que entreno desde hace apenas dos años y bajé mi marca en casi 80 centésimas".
"Es mi primer Panamericano y hace cuatro años era un sueño que hoy se volvió una gran realidad. Estoy muy feliz", concluyó.