El sueño de Rakitic para un Viernes de Dolores: "Dormiré a mis hijas con marchas"
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Quiere ser costalero cuando se retire
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Hoy sale 'su' Hermandad de Pino Montano
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"A todos los costaleros un beso muy grande"
Ya lo advirtió antes de irse. "No hay nada más grande que ser sevillano", decía Ivan Rakitic en su rueda de prensa de despedida. Sevilla le ha marcado la vida para siempre y, cómo no, también las cofradías. El ahora jugador del Al-Shabab de Arabia Saudí, casado con una sevillana de Pino Montano, ha mostrado en reiteradas ocasiones su deseo de ser costalero cuando deje el fútbol. "Me encanta la Semana Santa y cuando me retire ya le he dicho a mi suegro que quiero salir con él de costalero en un paso. Es lo más grande que hay", confesó en una entrevista. Este Viernes de Dolores saldrá la Hermandad de Pino Montano, muy vinculada con el club, pero esta vez le tocará verla desde la distancia.
Y es que en el croata han calado hondo las pasiones más añejas de la ciudad. La gastronomía, el arte, la pasión por el fútbol... "No hay nada más grande que ser sevillano y sevillista y también aprovechar a todos los costaleros un beso muy grande, que este año no voy a poder estar ahí, pero seguiré durmiendo a mis hijas con las marchas y el salmorejo lo llevaremos también a Arabia, no hay problema", comentaba en su despedida.
Rakitic deberá esperar
Lo cierto es que, de lograrlo, no sería nada extraño, pues son muchos los futbolistas que han tenido vinculación con el mundo del costal. En la acera de enfrente ya lo han sido Arzu o Rafael Gordillo y también hay ejemplos en el Sevilla. Rakitic quiere cumplir algún día ese sueño, pero tendrá que esperar a la retirada como por ejemplo hizo Paco Leal, para sacar al Cristo del Desamparo y Abandono de la Hermandad del Cerro del Águila, o Manolo Jiménez, en su hermandad del Nazareno de Arahal.
Justo hace un año, en plena Cuaresma, Ivan Rakitic sorprendía a todos después de un partido de Champions League. El por entonces capitán salía vestido con el chándal azul habitual del Sevilla, como todos los demás jugadores, y con dos objetos en la mano: en la mano derecha lleva una bolsa de comida y en otra, sobre el brazo izquierdo, aparecía con un costal.
“Eso será para cenar, ¿no?”, decía un compañero de prensa haciendo hincapié sobre la bolsa. A lo que el jugador del Sevilla contestaba: “No, no lo importante es esto (señalando el costal)”. Una conversación que terminaba con Rakitic bromeando sobre cuándo será su debut como costalero. Unos días más tarde, era el propio costalero que le regaló ese costal, Francisco Javier, quien aseguraba que el croata estuvo apunto de meterse bajo el Cristo de La Sed un Miércoles Santo, pero su mujer la frenó.
Del Señor de Nazaret y la Virgen del Amor
El exjugador del Sevilla siempre se ha sentido muy identificado con la ciudad... y la primera vez no la olvidará jamás. “El primer año no sabía lo que era y me metí en un lío bastante grande con el coche, porque me cortaron las calles por todos los lados y no sabía cómo salir... Después, aprendí a disfrutarla como ellos. Es emocionante la pasión con la que lo viven. Es lo más grande", continuaba.
Incluso el jugador ha subido varias veces a sus redes sociales una fotografía en la que aparecía vestido de costalero con una camiseta de la Hermandad de Pino Montano. Este Viernes de Dolores lo echará de menos seguro. “Todos mis respetos y admiración a los costaleros y cofrades de las hermandades de Sevilla”, publicó.
Así, cuando toque colgar las botas, al croata le tocará presentarse en la búsqueda de un hueco en el Señor de Nazaret. A partir de ahí, todo dependerá Francisco Javier Pagés, capataz del misterio de una de las cofradías más populares de las vísperas.