El parche de las estrellitas y el cambio de ciclo

Utilizo unas palabras de Isco Alarcón, ya Don Francisco (o Magisco) para todos los béticos, como resumen del cambio de ciclo futbolístico en Sevilla. Es la imagen que deja un derbi donde el Betis fue mejor que su rival. Simplemente eso y duramente eso. Pero sobre todo por tener en sus filas a un futbolista de élite mundial que bien podría estar jugando otra vez en el Real Madrid. Ahí donde Isco, Don Francisco, ha llevado muchos años el parche de las estrellitas.
Algún sevillista me dirá con razón que Isco también llevó el mismo parche durante su efímera etapa en el Sevilla. Y que sin él, después del lío con Monchi (la llamada bendita tragantá por los béticos), el Sevilla se coronó con su séptima Europa League. El Betis está en el intento este año de dar su primer paso gordo en Europa, en esa Conference que se empieza a oler en el Villamarín. Ese 'vamos a ganar la copa' dice muchas cosas, como hace tres años. Por ahí se empieza a ganar.

Isco lo sabe pero quiere más. No se queda en el derbi, por muchas ganas que tuviera de ganar y de callar bocas. No hace falta. No le hace falta. Aunque haya ganado todo lo que haya ganado en su carrera. Isco puede convertirse en los próximos meses en uno de los mejores jugadores, incluso el mejor, que haya vestido la camiseta del Betis en toda su historia. Para ello tiene que tocar plata y jugar en la Champions. Quiere tener el parche.

Y, hablando de parche, es lo que tiene el Sevilla esta temporada. Menos mal que Lukebakio apareció, porque sin el belga el Sevilla es nivel Leganés y otros rivales que pelean por el descenso. Salvas la furia de algún canterano y las rarezas de Badé y poco más que contar. Aquel equipo del campamento base de la Champions se va muriendo poco a poco. Lo que no sé es si desde dentro van a dejar que muera del todo. Desde fuera, su gente, seguro que no. Ahora es un mal rato, o le esperan más malos ratos. Y hasta un cambio ciclo que muchos no veían hace apenas unas semanas. No es que esté a once puntos de su eterno rival, es que está muy lejos como equipo y, ahora sí, como club.

No miro al pasado, porque el pasado de unos y otros ahí está. Miro al presente y al futuro. Por fin el Betis ha hecho todo uno, desde su gente hasta su directiva. Bien la dirección deportiva, bien su presidente. Bien la plantilla. Pero las notas máximas van para Manuel Pellegrini (anda que no estaba feliz por ganar el derbi) y para Isco. Don Francisco, si usted sigue así, no sólo seguirá el cambio de ciclo en Sevilla, el parche de las estrellitas será una serigrafía de la camiseta del Betis de la próxima temporada.