El nuevo Ford Ranger Super Duty es una bestia

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Ford marca perfil con el Ranger Super Duty, una versión radicalmente mejorada de su popular pick-up. Este modelo no es una simple actualización, sino una transformación completa para convertirlo en uno de los todoterreno más extremos y resistentes del mercado. Su objetivo: conquistar los terrenos más difíciles y dominar como herramienta de trabajo pesada.
Ford ha querido probar su resistencia, sometiéndolo a un duro test en sus instalaciones de Silver Creek, Australia. Las exigencias fueron tan altas que se instaló un sistema robótico en lugar de un conductor humano. Así, se aseguraron de realizar test sin pausas y sin poner en riesgo al personal.
Ford lleva al límite al Ranger Super Duty
Cada vuelta al circuito de pruebas genera 2.000 movimientos en la suspensión, lo que fuerza todos los componentes mecánicos. El vehículo fue sometido a estos ensayos completamente cargado, llevando la estructura al límite para comprobar su fiabilidad y durabilidad bajo condiciones reales de trabajo extremo. Atención al vídeo:
Una auténtica bestia sobre ruedas
El diseño del Super Duty prioriza la robustez y la funcionalidad extrema. Incorpora neumáticos de 33 pulgadas, protecciones metálicas, bloqueo de diferenciales en ambos ejes y hasta un esnórquel de serie, lo que evidencia que este vehículo no teme al barro, al agua ni a los terrenos más complicados. Su estructura ha sido reforzada para resistir impactos y exigencias muy por encima de lo habitual.

En cuanto a su capacidad de carga y arrastre, el Ranger Super Duty impresiona. Es capaz de remolcar hasta 4,5 toneladas, mientras que su masa máxima autorizada también alcanza ese mismo límite. Bajo el capó, conserva el motor 3.0 V6 diésel, pero ahora alimentado por un tanque de 130 litros, pensado para largas jornadas sin necesidad de repostar.
Lamentablemente, a pesar de su potencial, este monstruo no llegará a Europa. AL menos por ahora. Las restricciones de peso y las exigencias legales para su conducción (exige el carnet de camión) dificultan su homologación en muchos países del continente.