Ford baja el precio del Kuga, pero hay un problema que frena las ventas

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La opción PHEV es muy equilibrada
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Ford ha ajustado el precio del Kuga con motor de gasolina en un intento por reforzar su competitividad, pero la estrategia enfrenta un obstáculo evidente: la versión híbrida ofrece una mejor relación calidad/precio. El Kuga de gasolina, con motor 1.5 EcoBoost de 150 CV y cambio manual, parte de unos 36 000 euros, un importe que, pese al recorte, no logra marcar una ventaja clara frente a su alternativa electrificada.
La versión híbrida convencional del Kuga, equipada con un motor de 180 CV y transmisión automática, se sitúa ligeramente por encima en precio, pero añade elementos clave como la etiqueta ECO, una mayor eficiencia en consumo y una experiencia de conducción más refinada. No es ningún secreto que estas características suponen un valor añadido significativo, especialmente en un contexto donde las restricciones de emisiones y los beneficios fiscales cobran peso creciente en la decisión de compra.

La diferencia entre ambas versiones, en términos de coste, no es lo suficientemente amplia como para justificar la renuncia a las ventajas del sistema híbrido. Mientras tanto, el híbrido enchufable (PHEV), con 243 CV y una autonomía eléctrica cercana a los 60 kilómetros, eleva aún más la propuesta, ofreciendo etiqueta CERO y un equipamiento más completo, con un precio promocional incluso inferior al del modelo de gasolina en determinadas configuraciones.
Un equilibrio que juega en contra del Ford Kuga térmico
Llama especialmente la atención que el Kuga híbrido enchufable pueda obtenerse, en algunos casos, por un precio más contenido que el modelo exclusivamente térmico. Esta situación deja al Kuga de gasolina en una posición comprometida, al no ofrecer ni un argumento técnico sólido ni un diferencial de precio lo suficientemente acusado como para inclinar la balanza a su favor.
En un mercado donde los SUV electrificados ganan protagonismo por eficiencia, ventajas fiscales y restricciones urbanas, la versión gasolina del Ford Kuga pierde relevancia. Su oferta queda atrapada entre una alternativa híbrida mejor dotada y una variante enchufable con mayores incentivos. Por todo ello, el reajuste de precios no parece suficiente para impulsar sus ventas si no se acompaña de una redefinición más clara del valor que aporta frente a sus competidores dentro de la misma gama.
Ford es una marca que no cuida a sus clientes. En mi caso, con un Kuga con un defecto estructural no han sabido responder adecuadamente
Ford es una marca que no cuida a sus clientes. En mi caso, con un Kuga con un defecto estructural se han desentendido completamente.
Ford es una marca que no cuida a sus clientes. En mi caso, con un Kuga con un defecto estructural se han desentendido completamente
Ford es una marca que no cuida a sus clientes. En mi caso, con un Kuga con un defecto estructural se han desentendido completamente