La enfermera Esther Gómez, sobre el síndrome del miembro fantasma: "Les ocurre a casi todos los que sufren una amputación"

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La ciencia "aún no tiene una respuesta clara"
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El cerebro no es capaz de aceptar de forma inmediata la pérdida de un miembro
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Es posible que en alguna ocasión hayas escuchado que las personas que tienen una extremidad amputada la siguen sintiendo. Aunque puede parecer algo descabellado, "es algo que les ocurre a casi todas estas personas" y para lo que la ciencia "aún no tiene una respuesta clara", asegura la conocida enfermera Esther Gómez, tras el seudónimo de @mienfermerafavorita.
Espasmos, sensación de movimiento, picor y, en algunas ocasiones, hasta dolor en la pierna o brazo que ya no está, son algunas de las percepciones que sienten estas personas. Respecto al dolor, la profesional matiza que "suele ser intermitente y reducirse con el tiempo, pero en algunos casos, lo sufren durante años".
Por qué se produce el síndrome del miembro fantasma
A pesar de que hay no un consenso claro sobre la causa que produce el síndrome del miembro fantasma, "se ha demostrado que está implicado una reorganización de las neuronas de la corteza somatosensorial del cerebro y de entradas no deseadas del sistema nervioso periférico".
La corteza somatosensorial, que es la parte del cerebro que antes recibía la información del miembro amputado, "se reorganiza para adaptarse", pero no siempre lo consigue a la perfección. "Como resultado, el cerebro sigue esperando respuestas de esa zona y puede interpretar otras señales nerviosas como si vinieran de la extremidad perdida y eso genera cosquilleo, picor o incluso dolor de algo que ya no está", desarrolla Esther Cómez.
En otras palabras, el cerebro no es capaz de aceptar de forma inmediata la pérdida de un miembro y el sistema nervioso se "confunde" de canal "enviando notificaciones fantasmas a la pierna que ya no está, porque el cerebro se aferra al recuerdo sensorial".

Cómo prevenir o aliviar este síndrome
En ocasiones, cuando la amputación es programada, el síndrome del miembro fantasma se puede prevenir o "al menos parcialmente [...] logrando un buen control del dolor antes de la cirugía".
El tratamiento farmacológico, como antiepilépticos, antidepresivos, electroestimulación..., es una de las formas que lo alivian, junto con la psicoterapia.
En esta misma línea, la prótesis también es una buena opción. El hecho de usarla y "adaptarse pronto a ella [...] puede ayudar a reducir y manejar estas sensaciones".
Por último, @mienfermerafavorita destaca la 'rehabilitación con espejos' que "con ayuda de la perspectiva, se sitúa un espejo para reflejar la extremidad intacta para permitir al paciente 'mover la extremidad fantasma' y liberarla de posiciones potencialmente dolorosas, siendo bastante eficaz en combinación con otros tratamientos".