España registra las cifras más altas de los casos de Candida auris registrados en Europa

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El Candidozyma auris es un hongo que se propaga en hospitales y que es resistente a los medicamentos
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Los casos de Candidozyma auris, causados por un hongo resistente a los medicamentos, se extienden rápidamente por los hospitales europeos. Su transmisión es especialmente preocupante en España, pues concentra el 45% de los casos registrados en Europa entre 2013 y 2023.
En esa década, 36 países de Europa -los de la UE, los Balcanes occidentales y Turquía- contabilizaron 4.012 casos, de los que 1.807 tuvieron lugar en España, una cifra muy superior a la de Grecia (852 casos), Italia (712), Rumanía (404) y Alemania (120), los cinco países con más casos en la década. Y es que, solo en 2023, se registraron 1.346 casos en 18 países de la UE, la mayor cifra desde existen registros de C. auris en Europa en 2014.
Estos dados, recogidos en la última encuesta del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), muestran que el aumento de casos en Europa es una seria amenaza para los sistemas de salud europeos que exige mejorar los sistemas de detección temprana y control de la transmisión para evitar su diseminación.
¿Qué es el hongo Candidozyma auris?
Candidozyma auris es un hongo que generalmente se propaga en instalaciones de atención médica y que es resistente a los medicamentos antifúngicos, puede causar infecciones graves en pacientes gravemente enfermos.
"C. auris se ha extendido en solo unos pocos años, desde casos aislados hasta convertirse en una epidemia en algunos países, lo que muestra con qué rapidez puede establecerse en los hospitales", advierte Diamantis Plachouras, jefe de la Sección de Resistencia a los Antimicrobianos y de Infecciones Asociadas a la Atención Sanitaria de ECDC.
Pero la situación "no es inevitable. La detección temprana y el control rápido y coordinado de infecciones aún pueden prevenir la transmisión adicional", asegura el responsable europeo.
España fue el primero en informar de un brote
El informe recuerda que España fue el primer país de la UE en informar de un brote de C. auris en 2016. El brote se inició en un hospital en Valencia y se extendió a otros centros de la región.
Desde entonces, los casos de C. auris se producen principalmente en los mismos hospitales y en la Comunidad Valenciana, aunque el número de casos es menor gracias a un mejor control de los brotes, a la introducción de protocolos de vigilancia específicos en los centros más afectados y a la implementación temprana de medidas de control, destaca el informe.
Los datos de España, facilitados al ECDC por el laboratorio de referencia nacional de micología, incluye datos de 74 hospitales españoles, en los que nueve han informado de casos, cinco de ellos en la Comunidad Valenciana.

El ECDC pide medidas de vigilancia
Sobre la situación en el resto de Europa, el informe del ECDC revela que Chipre, Francia y Alemania han informado de nuevos brotes recientes, mientras que en Grecia, Italia, Rumania y España la situación está tan generalizada que ya no se puede hablar de "brotes específicos".
En varios de estos países, la transmisión local sostenida ha ocurrido en solo unos pocos años después del primer caso documentado, advierte el ECDC, y aunque algunos países han mostrado resultados positivos en la limitación de brotes de C. auris, muchos enfrentan importantes brechas.
A pesar del aumento del número de casos, únicamente 17 de los 36 países participantes tienen actualmente un sistema de vigilancia nacional en funcionamiento para C. auris y solo 15 han desarrollado directrices específicas nacionales de prevención y control de infecciones.
No obstante, el ECDC valora que la capacidad de laboratorio es "comparativamente más fuerte", con 29 países que informan tener acceso a un laboratorio de referencia o experto en micología y 23 que ofrecen pruebas de referencia para hospitales.
Aunque el número de infecciones por C. auris está claramente en aumento, sin una vigilancia sistemática y una notificación obligatoria, la verdadera magnitud del problema probablemente esté subestimada, concluye el informe.