Champions en San Mamés: himno, flores y bandera palestina, pero que no nos engañen

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San Mamés, 'hasta la bandera' de un pueblo palestino masacrado
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San Mamés, 'hasta la bandera' de un pueblo palestino masacrado. Volvió a sonar, otra vez, el himno de la Champions para el Athletic Club. Flores a Pitxitxi por parte del capitán del Arsenal, un equipo donde la presencia de jugadores ingleses va poco más allá de lo testimonial. Sobre el césped, 12 millones de euros frente a 576. Con 300 millones invertidos esta temporada por el equipo de Londres. Los dirigidos por Mikel Arteta, en busca del máximo título partiendo del viceliderato conquistado en la Premier League.
Arteta. El rey del peloteo. Qué fácil es alabar la vida del Athletic y otras cuestiones en la sala de prensa 'José Iragorri' tras haber despachado su primera intentona con un (0-2). Como si haciendo turismo visitando la Catedral luego de haber subido las escaleras de San Juan de Gaztelugatxe y visitado el Guggenheim. Misión cumplida para los dos equipos en disputa. Los puntos, para el visitante. El Athletic, el rival necesario para que el torneo tan deseado por el Club se pusiera en marcha.

Ganar, empatar, perder eran las circunstancias menores de la obra. Competir a máximo nivel. Tanto tiempo después. Como si la Europa League fuera un torneo para los menesterosos.
Grupo del que el Athletic Club se desligó tras el prestigioso cuarto puesto conquistado en el pasado ejercicio liguero. Confieso que, de haber sido lícito el canje, habría cambiado la plaza Champions por la de la Europa League. Segundo intento seguido para poder llevar a las vitrinas de San Mamés el primer título europeo que cerrara el círculo de la gloria.
Alguien, sin embargo, me convenció del beneficio que el torneo le procuraba al Athletic Club
"Ingresar una pasta gansa en las arcas". Con el dinero recaudado, salir a la calle en los días de mercado. Fichar de lujo. Conformar una plantilla consistente a fin de competir en busca de la Europa League con un once brillante. Habrá que esperar. El Athletic vs Arsenal no fue sino la primera secuencia de la obra.
Tropiezo. Sopapo. La cruda realidad. Los de Valverde, que regresaba al banquillo, se vieron las caras con 'seres de otro mundo'. Saltar al campo con un equipo mermado por las ausencias y el bajo nivel de los futbolistas llamados para la gloria.

Gorosabel y Boiro, en los laterales. Robert Navarro, ocupando el "breve espacio en que no estás", que diría Pablito Milanés al percatarse de que Nicolás Williams está en la grada. El denostado Vesga, supliendo a Galaxy, tan virtuoso como delicado.
Guruzeta, Maroan Sannadi, Izeta. Tres nombres para el puesto de ariete que no ocuparán. Iñaki Williams hará de nueve, como si Marcelino García Toral no hubiera perdido el poder sobre las posiciones. En el banquillo, Areso, Yuri, Ruiz de Galarreta. Un equipo parcheado buscando derrotar a uno de los candidatos más firmes para conseguir 'raptar' a una Europa mitológica.
Le aguantó el tipo el Athletic de Valverde al Arsenal de Arteta en el primer acto. Nadie era más que nadie. Dos bloques adelantados. Los leones "fingían tan completamente que hasta fingían que era verdad" un empaque que nos regalaba un partido muy igualado. Tímido Arsenal. O timorato Arteta. Hasta que los 'gunners' pisaron el acelerador y el juego se inclinó hacia la portería que "yo defendía".

Un ritmo altísimo que terminó con las ganas de llevarme a casa un empate. Fue una acción individual, sin embargo. Recién saltado al campo Martinelli. Poco más de medio minuto necesitó. Como si fuera el jamaicano Seville dándole continuidad a los 9,77 que en Tokio había necesitado para completar el hectómetro que le había dado el oro. A solas con Unai Simón. El Athletic se vino abajo. El segundo gol, como la puntilla del verdugo que se quiere asegurar que su víctima está muerta.
Este es el 'famoso Athletic'. Ésta, la 'famosa Champions'. Y el tercero en discordia, el 'famoso Arsenal' de los 300 millones de € invertidos para proclamarse campeón de un torneo en el que el Athletic se ha involucrado para ganar dinero. Para que suene el himno de la Champions en la Catedral.
Para dar descanso a Areso, Yuri y Galaxy. Ensayar con el nueve del que se gustaba Marcelino. Despistarnos con la llegada de Aymeric Laporte. Lamentar la grave lesión de Beñat Prados, el medio centro del que se llegó a decir la barbaridad de "Prados y diez más".

Añorar a Ruiz de Galarreta, del que Valverde dijo que "le corre el balón". A falta de nombres de lujo y del hasta hace no tanto "rock and roll" que pactó Ernesto Valverde con su presidente, la prensa y Txingurri hacen piña en torno a Mikel Jauregizar. "Es el referente del Athletic del presente y el futuro". Como de Galaxy decía, "a Jauregizar le corre el balón". Iribar, Uriarte, Sarabia.
Como si Sancet se hubiera apagado para siempre y Jauregizar se hubiera erigido en el sol que calienta y vivifica a todos sus compañeros. Mikel Jauregizar. Con todo mi respeto. Correr y correr. Izan untsa, Mikel. Que los elogios no debiliten tu humana debilidad. No te dejes engañar. Te lo digo ahora. En el día después. Cuando la noche debilita los corazones.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
Quítate complejos, Kuitxi!!!!