

Getafe 2-0 Real Oviedo: Bordalás gana la partida ante los errores carbayones

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Mario Martín y Borja Mayoral, los goleadores de la cita
Los tres puntos en juego entre el Getafe y el Real Oviedo se quedaron en el Coliseum Alfonso Pérez. Los de Bordalas supieron aprovechar los errores del rival para anotar sendas dianas por medio de Mario Martín y Borja Mayoral a balón parado que decidieron un choque marcado por el fuerte choque de Nacho Vidal con Diego Rico que terminó con el jugador carbayón en el hospital. Los de Paunovic terminaron con un hombre menos por la expulsión de Fede Viñas en la recta final.
Milla es un 'rara avis' dentro del ecosistema del cuadro madrileño. Su calidad sobresale por encima de todos los soldados de Bordalás y, además, no renuncia al trabajo. Es una joya para su entrenador y el Oviedo sufrió el guante que tiene en su bota derecha. De ella salieron los dos goles de un partido con muy pocas ocasiones y que solucionó el hombre más talentoso del Getafe.
Reforzado con las inscripciones de las que no pudo gozar en las tres primeras jornadas, el Getafe se enfrentó a las dudas de su estadio. El Coliseum, en obras y mermado en su capacidad, se había convertido un escenario de disgustos en los últimos tiempos para los hombres de José Bordalás, que acumulaban cinco derrotas seguidas desde el mes de marzo, cuando superaron al Atlético (2-1).
La salida de Christantus Uche al Crystal Palace permitió al club azulón romper el muro del límite salarial y dos de sus inscritos, Kiko Femenía y Abdel Abqar, entraron en el once. Mientras, Mayoral sustituyó a Uche en la delantera para romper a un rival que saltó al césped con cuatro novedades: Haissem Hassan, Javi López, Josip Brekalo y Álex Forés.

Con ese guion, ninguno de los dos equipos hizo absolutamente nada hasta el tiempo añadido del primer acto. El duelo, muy táctico, sin ocasiones y muy embarullado, se alargó casi once minutos por un choque cabeza con cabeza entre Diego Rico y Nacho Vidal que obligó al segundo a abandonar el encuentro pasado el cuarto de hora.
Sólo Adrián Liso y Abqar, con dos disparos lejanos que no vieron portería, y Forés, con otro intento que se encontró con el cuerpo de Djené Dakonam, generaron algo digno de mención. Y cuando los 8.657 espectadores del Coliseum desenfundaban el bocadillo, apareció Milla para revolucionar el encuentro.
El centrocampista del Getafe es, sin duda, uno de los tres mejores jugadores de su equipo. Juega, hace jugar, trabaja como el que más y además tiene una calidad espectacular en su bota derecha que no dudó en utilizar para servir a sus compañeros en bandeja los dos goles del partido.
Mario Martín y Mayoral no desaprovecharon dos faltas lanzadas por su compañero para cabecear a la red los dos únicos tantos de la primera parte. En los minutos 49 y 54 del añadido, terminaron con el Oviedo, que entre medias de cada gol pudo empatar con un disparo de Alberto Reina que golpeó en el travesaño de la portería defendida por David Soria.
Los cambios de Paunovic, sin efecto
Un 2-0 a favor para el Getafe es casi una ventaja inabordable para casi cualquier rival. Aunque el Oviedo agitó el banquillo con la entrada de Santi Cazorla, Santiago Colombatto y Fede Viñas -terminaría expulsado-para la última media hora, no cambió nada.
El Getafe, fiel a su estilo, defendió su renta sin concesiones. Hasta pudo ampliarla con ocasiones de Liso y Mayoral. No hizo falta. La tercera victoria en cuatro jornadas ya estaba asegurada y el Coliseum, por fin, volvió a sonreír. El responsable tuvo un nombre propio: Luis Milla. Su calidad fue diferencial para desnivelar un partido que parecía condenado al 0-0.