Javier Maldonado, el aficionado del Betis que sigue yendo al Benito Villamarín a ver los partidos: "La Cartuja no es un campo de fútbol"
-
Javier sigue acudiendo al Villamarín pese a las obras
-
Buen rollo y bromas con Pablo García tras fallar lo infallable en el descuento
Para Javier Maldonado, el fútbol no se muda de casa. Aunque el Betis disputa sus partidos fuera del Benito Villamarín, él mantiene un ritual inquebrantable. Cada jornada se planta en Heliópolis, despliega su bandera verdiblanca, conecta la radio y convierte el ruido de las obras en banda sonora de un estadio imaginario.
El ritual del aficionado del Betis en el Villamarín
Entre andamios y cemento fresco, Javier recrea la experiencia de un estadio lleno. “Vengo aquí y presencio cómo avanzan las obras. Y coloco mi bandera, coloco el móvil y conecto la radio para escucharlo”, explica. Cada gol, cada falta y cada ataque lo vive con intensidad: “¡Vamos! Hoy tenemos que ganar. ¡Falta, hombre! ¡Gol del Betis!” Su pasión transforma el Villamarín en un templo de emociones, donde la distancia física no resta ni un ápice de fervor.
Javier no solo sigue el partido, lo narra y lo comenta en voz alta, sufriendo y celebrando cada instante: “¡Me cago en la… siempre igual en este equipo!”. Hasta que llega el desenlace soñado: “¡Gol! ¡Ya vamos por encima otra vez! ¡Victoria y vuelta a casa! Y viva el Real Betis Balompié”. Su ritual demuestra que el fútbol no solo está en el césped, sino también en quienes lo viven con intensidad desde cualquier rincón.
