El nuevo plan de Land Rover con su Freelander que muchos no se esperaban

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Land Rover no quiere cerrar puertas y este modelo en fase de pruebas es muy revelador
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Ojo a este todoterreno barato que le puede robar ventas a Land Rover y Toyota
El Land Rover Freelander parecía cosa del pasado. Un modelo que desapareció hace casi una década para dejar paso al Discovery Sport. Sin embargo, unas imágenes recientes han levantado la sorpresa. Un Freelander diésel, en fase de pruebas, ha sido visto rodando sin camuflaje. Y eso ha encendido todas las alarmas.
La estrategia de Jaguar Land Rover (JLR) está dando giros inesperados. La marca británica había anunciado que la denominación Freelander volvería, pero convertida en una firma de vehículos eléctricos en colaboración con Chery, el gigante automovilístico chino. Lo que nadie esperaba es que apareciera un prototipo con motor diésel circulando a plena luz del día.
Uno de los modelos más míticos de Land Rover
El mercado es el que manda. En Europa, las normativas son cada vez más estrictas con las emisiones. Pero en otros territorios, especialmente en mercados emergentes, aún hay espacio para los motores térmicos. De ahí que Land Rover pueda estar explorando una doble vía: mantener su plan de electrificación, pero sin renunciar a opciones convencionales en lugares donde todavía hay demanda.

El Freelander visto es un Freelander 2 diésel. No se trata de un modelo nuevo, sino de una unidad de pruebas para analizar fiabilidad, consumo y emisiones. Todo apunta a que no será comercializado en Europa. Pero sí podría ser el anticipo de lo que veremos en países donde la electrificación aún no es prioritaria.
En Europa se mantiene lo eléctrico
El regreso del Freelander no es casualidad. Land Rover quiere aprovechar la fuerza de un nombre histórico. Un SUV compacto con fama de resistente, versátil y con capacidades todoterreno. Con el respaldo de Chery, la idea es relanzarlo como una marca global. Eso sí, adaptada a las necesidades de cada mercado.
En Europa y otros países desarrollados, la apuesta será en modelos 100% eléctricos. JLR no puede permitirse lo contrario si quiere cumplir con las normativas. Pero en regiones menos exigentes, un Freelander diésel o híbrido puede ser clave para aumentar las ventas y mantener presencia.