Visibilidad, reducción del estigma y más factores de riesgo, tras los problemas de salud mental en los jóvenes

-
En el Día Mundial de la Salud Mental, una psicóloga explica alguno de los motivos que están detrás de estas altas cifras
-
Los peligros del SkinnyTok y otras tendencias similares, analizados por una psicóloga y una nutricionista
"En todo el mundo, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental", según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud. "El 70% de los trastornos aparecen antes de los 18 años y el suicidio es ya la primera causa de muerte no accidental en adolescentes", añade a su vez la Asociación Española de Pediatría. ¿Qué hay detrás de este escenario tan preocupante?
Teniendo en cuenta que la salud mental lidera las prioridades de los jóvenes y con motivo de su Día Mundial, que se celebra cada 10 de octubre, en ElDesmarque hemos planteado esta cuestión a la la neuropsicóloga clínica, Alba García.
La realidad es que no se puede hablar de un único motivo, sino de un conjunto de factores que han dinamitado en este aumento de casos en la población más joven.
La visibilidad y la reducción del estigma
A día de hoy, la salud mental es un tema cada vez menos tabú, especialmente entre los jóvenes y adolescentes, pues se visibiliza a través de campañas públicas, coberturas mediáticas, testimonios personales...
Por ello, "muchas personas jóvenes que antes no tenían vocabulario o permiso social para reconocer síntomas, ahora sí lo hacen", de forma que esto se traduce en:
- Un mayor autodiagnóstico y búsqueda de ayuda
- Que las encuestas y estudios capten más personas con síntomas, que antes permanecían ocultas
- "Que los jóvenes estén más atentos a su estado mental, y puedan identificar y reportar ansiedad, depresión o pensamientos suicidas con mayor precisión"
Una etapa "complicada" para el bienestar mental
A esta mayor conciencia, hay que sumarle que la adolescencia es una etapa en la que la salud mental puede verse afectada por múltiples factores: la exploración de la propia identidad, la presión social del entorno, el buen ambiente en el hogar, las relaciones con sus compañeros, sus percepciones o aspiraciones de futuro... son algunos de los que enumera la OMS.
Asimismo, "algunos adolescentes corren más riesgo de padecer trastornos de salud mental a causa de sus condiciones de vida, de situaciones de estigmatización, discriminación o exclusión o como consecuencia de la falta de acceso a servicios y apoyo de calidad", matiza la organización.

Crecientes factores de estrés contemporáneos
No obstante, la neuropsicóloga asegura que los factores propios de esta etapa y la mayor conciencia sobre este asunto no explican todo este incremento de casos de los últimos años.
Y es que, "hay evidencia clara de que los jóvenes hoy enfrentan más factores de riesgo" para sufrir un trastorno mental por:
- El impacto de la pandemia y todo lo que esta conllevó, como aislamiento, rupturas sociales e incertidumbre
- El uso intensivo de redes sociales que acaba provocando "comparación social, presión por la imagen, exposición constante a noticias negativas"
- "Presión académica, económica o laboral, inseguridad futura, cambios rápidos en la sociedad"
- "Desigualdades de género, orientación sexual u otros factores de minoría que aumentan vulnerabilidad"
La brecha entre necesidad y servicios
Por último, la profesional señala que el hecho de que se registren más casos de problemas de salud mental "no significa que haya más servicios, ni que estos sean suficientes"; de hecho, las listas de espera para tener una cita con psiquiatría o psicología clínica son de cuatro y cinco meses.
Este contexto "puede aumentar la desesperanza o los intentos de suicidio", debido a que "muchos jóvenes reconocen tener ansiedad o depresión, pero no tienen apoyo adecuado", concluye Alba García.
