A vueltas con el gol: el cambio drástico que está condenando al Dépor
El Dépor afrontaba el pasado sábado una cita trascendental en la Primera División RFEF. Los de Borja Jiménez buscaban brindar una victoria a su afición ante el Racing de Ferrol. Los coruñeses, superados por el Racing de Santander en la tabla, querían asaltar de nuevo el primer puesto, pero no lograron subir ningún tanto al marcador de Riazor. Y es que, sorprendentemente, el gol es una tarea pendiente para el cuadro blanquiazul.
El fútbol es cambiante. Pasas rápidamente de sentir una confianza absoluta a no encontrar respuestas para solucionar un problema. Algo que encarna este Deportivo de La Coruña a la perfección.
El equipo coruñés apenas ha logrado anotar 3 goles en sus últimos 6 encuentros ligueros. Es más, ha sido incapaz de perforar la portería rival en la mitad de esos choques. El último mes de competición ha provocado un cambio drástico en el ritmo goleador que atesoraban los pupilos de Borja Jiménez.
El Depór adolece problemas en el área contraria
Se trata de una situación que sorprende a propios y extraños. El Deportivo finalizó la primera vuelta del Grupo I siendo el equipo más goleador. Hasta en 32 ocasiones vio portería en los primeros 19 encuentros de la temporada. Sin embargo, esa facilidad en área rival ha sufrido alteraciones más que evidentes.
En la mencionada primera vuelta, el Dépor solo se quedó sin ver portería en dos ocasiones. Un hecho que ya supera en la segunda vuelta con tan solo siete jornadas celebradas, pues suma tres encuentros sin materializar sus ocasiones.
El gol de este Dépor es, en gran medida, responsabilidad de dos hombres: Alberto Quiles y Miku Fedor. Entre ambos suman 19 tantos esta temporada. Sin embargo, ahora no están en su mejor momento. Miku no sabe lo que es celebrar un gol con la camiseta blanquiazul desde el pasado 9 de enero ante el Talavera. Por su parte, Quiles solo ha visto portería en dos ocasiones en este 2022. Las aspiraciones más próximas del Dépor tienen una nueva necesidad: solventar su sequía goleadora.
