Un farmacéutico advierte de los riesgos de tomar estas plantas medicinales si estás bajo tratamiento oncológico
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Combinar plantas medicinales y tratamiento oncológico no siempre es seguro
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La combinación de plantas medicinales y tratamiento contra el cáncer no siempre es segura. Sin embargo, más del 60% de los pacientes oncológicos lo hace para aliviar los efectos secundarios, reforzar el sistema inmunitario o simplemente, sentirse mejor.
Esta es la cuestión de la que advierte el farmacéutico David Garduño, experto en Dermofarmacia, a través de las redes oficiales del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, puesto que "en un porcentaje muy elevado, los pacientes no informan del uso de este tipo de productos a su oncólogo o farmacéutico", a pesar de que pueden estar poniendo en riesgo su salud.
Si bien se tiende a pensar que "lo natural es seguro, en el contexto del cáncer esto no siempre es cierto", matiza el profesional. Y es que, algunas de las infusiones, cápsulas o complementos naturales pueden reducir la eficacia de los tratamientos oncológicos, así como aumentar los efectos adversos o incluso, poner en riesgo la salud de estos pacientes.
Qué plantas medicinales deben evitar las personas con cáncer
Té verde
A pesar de ser "popular por sus propiedades antioxidantes, puede bloquear la acción de ciertos medicamentos utilizados en quimioterapia". En otras palabras, tomar té verde puede reducir el efecto del tratamiento contra el cáncer que se está recibiendo.
Hierba de San Juan
Muchas personas lo usan "para aliviar trastornos del ánimo, pero también inhibe ciertas enzimas del hígado lo que hace que algunos tratamiento hormonales o quimioterápicos se eliminen más rápidamente, perdiendo así su eficacia". Asimismo, "puede producir fotosensibilidad".
Ashwagandha
A día de hoy la ashwagandha está de moda, sobre todo para reducir el estrés, pero también tiene su 'cara B'. Al afectar también al sistema inmunitario, cuando se "está recibiendo inmunoterapia, puede reducir los beneficios del tratamiento e incrementar los niveles de testosterona en sangre".
Respecto a esto último, por el principio de precaución "los pacientes con cáncer de próstata hormono-dependiente no deberían tomarla sin consultarlo previamente con su oncólogo".
Cúrcuma
Por su propiedades antiinflamatorias es una planta que está ganando mucha popularidad, "pero puede cambiar la forma en la que el cuerpo absorbe o elimina los medicamentos. Además, si utilizas fármacos que afectan a la coagulación puede aumentar el riesgo de sangrado".
Ajo concentrado
Al combinarlo con quimioterapia, "puede aumentar el riesgo de sangrado" y "modificar modificar la actividad del hígado, alterando los niveles de medicamento en sangre".
Ginkgo biloba
Esta planta medicinal "también puede alterar la coagulación de la sangre y aumentar el riesgo de hemorragias".
Ginseng
En este caso, las enzimas que procesan los medicamento oncológicos pueden verse alteradas, de forma que "se puede perder efectividad o bien, aumentar la toxicidad del tratamiento".
Manzanilla
A pesar de que es una infusión habitual en muchas personas, esta "puede interferir con los medicamentos inmunosupresores haciendo que se acumulen en el cuerpo y produciendo efectos no deseados".
Tila
Esta "puede potenciar el cansancio y la fatiga" que ya de por sí generan los propios tratamientos oncológicos.
Equinácea
Si bien se emplea para reforzar las defensas, "puede estimular el sistema inmunológico en momentos en los que debe mantenerse equilibrado", como durante un proceso de quimioterapia o inmunoterapia. Y es que, dicha estimulación, "puede alterar la eficacia del tratamiento o provocar efectos adversos".
Teniendo en cuenta la cantidad de plantas medicinales contraindicadas cuando se está recibiendo tratamiento contra el cáncer, el farmacéutico recuerda que por muy irrelevante que parezca es crucial informar al médico de todo lo que se está tomando porque "puede ayudarte a evitar complicaciones".
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