El nuevo Mazda es, para muchos, la mayor maravilla de la marca

Mazda está entrando en una etapa decisiva. La electrificación acelera y la marca japonesa quiere llegar a tiempo, pero sin perder su identidad. En medio de este cambio aparece un modelo que está generando una expectación enorme: el Mazda CX-5e, considerado ya por muchos como la mayor maravilla que la compañía ha fabricado en los últimos años. Un coche que resume todo lo que Mazda quiere ser a partir de ahora.

La firma sabe que no basta con adaptarse. Hace falta destacar. Y el CX-5e se ha convertido en la gran apuesta para lograrlo. Mientras el Mazda 6e y el CX-6e han sido los primeros pasos dentro de su catálogo eléctrico, ninguno ha despertado tanta ilusión interna como su nuevo SUV de cero emisiones. La marca japonesa necesitaba un modelo icónico para marcar territorio. Y este lo es.

Mazda prepara la ofensiva eléctrica decisiva

La historia de su desarrollo no ha sido sencilla. Mazda tuvo que apoyarse en Changan para lanzar sus primeros eléctricos de gran tamaño. Había urgencia y presión. La competencia llevaba ventaja. Pero la marca japonesa decidió que su siguiente salto sería diferente. Y así nació el proyecto CX-5e. Un coche creado sobre una plataforma completamente nueva. 100% Mazda. Sin intermediarios.

Las filtraciones confirmaron lo que muchos sospechaban. El CX-5e será el primero de una trilogía de eléctricos propios que Mazda lanzará durante la segunda mitad de la década. A su lado llegarán el Mazda 2e y el Mazda 3e, modelos más pequeños y pensados para un público urbano. Pero ninguno tendrá el papel del CX-5e. Es el coche clave. El que debe guiar el rumbo de toda la gama.

Este nuevo SUV eléctrico llegará en 2027

Mazda apunta su lanzamiento a 2027. Una fecha estratégica. Para entonces ya habrá completado los ensayos de la nueva plataforma. Más ligera, segura y eficiente. El objetivo es claro: colocar al CX-5e dentro del grupo de los eléctricos más avanzados del mercado. Y convertirlo en un pilar comercial de largo recorrido.

Hasta que llegue ese momento, Mazda seguirá aprovechando sus modelos 6e para ganar tiempo y amortizar la inversión. Son necesarios. Sostienen el negocio. Pero no representan el futuro emocionante que Mazda quiere mostrar. Ese rol le pertenece al CX-5e.