Mireia Belmonte, su premonición con los Juegos Olímpicos y su “quinta medalla”: “Con nueve años apuntaba los tiempos por la tele”
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La atleta de Badalona tenía claro desde pequeña que sería campeona olímpica
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Mireia Belmonte y un momento estelar como abanderada de la III Gala Desmarcadas
Mireia Belmonte tocó el cielo olímpico en los 200 metros mariposa de los Juegos de Río 2016. Aquel 7 de agosto, la de Badalona cumplió "el sueño de su vida" y sumó un metal más a su palmarés. Junto a ese oro, brillan otras tres olímpicas y muchas más en Mundiales y Europeos, pero lo cierto es que subirse a lo más alto en unas Olimpiadas fue único.
"Desde pequeñita tuve muy claro que me quería dedicar a esto y que quería ser campeona olímpica", confiesa a ElDesmarque. Y aunque no fue nada fácil, lo consiguió.
Belmonte empezó a nadar por recomendación médica, después de que en la revisión de los cuatro años descubriesen una desviación en su columna. Lidiando con unos medios "bastante precarios" y poco espacio para entrenar -20 niños por cada calle de 25 metros-, la deportista dio sus primeras brazadas en un club muy pequeño de su localidad.
Con 12 años dio el salto al CAR de San Cugat, donde confirmó una pequeña alergia al cloro y al cambio de temperatura. Allí empezó su carrera deportiva "más en serio", conoció el alto rendimiento.
Ahora, después de un glorioso palmarés, impulsa el Open Promesas Mireia Belmonte By Hyundai para dar una oportunidad a chicos y chicas de entre 12 y 15 años de crecer en el mundo de la natación.
Mireia Belmonte, su recuerdo de Sidney 2000 y su quinta medalla
La cara de Mireia Belmonte se ilumina al hablar de los Juegos Olímpicos. Y no es para menos. No solo por su experiencia como atleta, sino también por el recuerdo de los primeros que vivió "con uso de razón", los de Sidney 2000.
"Yo tenía nueve años y me levantaba por las mañanas, cogía cronos que tenía por ahí por casa y empezaba a apuntar tiempos. Estaba muy focus en eso. Veía que mis grandes referentes subían al podio y mordían medallas. Quería ser esas chicas algún día", nos cuenta.
Ocho años después, ella viviría su primeros Juegos en Pekín. "Para mí estar allí ya era un sueño. Siempre tuve claro que por mucho que quiera llegar a un objetivo hay muchos pasos a seguir antes. No puedo ir a unos Juegos Olímpicos y ser campeona ya, porque es una ronda de aprendizaje y que cuesta muchísimo", apunta.
"En 2012 gané mis primeras medallas olímpicas, dos platas. Y en Río cumplí el sueño de mi vida, ser campeona olímpica. En 2020, después del año complicado con el tema de mis lesiones pude ser abanderada y además quedé cuarta, que para mí fue como tener una quinta medalla por el año que había pasado", confiesa en la charla con ElDesmarque.