El regreso a casa de Aitor Calle

En el mundo del fútbol, la actualidad es un monstruo que, así que haya acabado de darse una panzada de mucho cuidado, salta a la palestra para exhibir, complaciente, el plato recién cocinado que se apresta a devorar. Tiene el detalle, nos referimos a la 'rabiosa' actualidad, de darnos un toque, o no, la liebre puede saltar a primera hora de la mañana y pillar al periodista en el séptimo cielo por mor de haberse acostado muy de madrugada debido a verse enfrascado en la redacción del mismo reportaje del cual se van dando primicias sin tener en cuenta la necesidad de descanso de los periodistas, que se ven desbordados, que le vamos a hacer, esto es así, y a uno le gusta, porque sin escribir, su vida no tendría sentido.

Que no falte. Que sobre. Que me desborde. Que después de la última frase escrita, el reloj y el gallo se compinchen a la hora del estallido del primero y el canto del segundo. El reloj del abuelo y el jefe del gallinero. En la 'casa del los sueños' hubo tanto de lo uno como de de lo otro. El abuelo, el alcalde de La Florida: pitar el árbitro el final de la primera parte y acercarme presuroso para departir con el patriarca acerca del partido mientras Narciso mondaba con su navaja la naranja de la merienda.  Luego de la primera cita en La Cabaña, el periodista se quedo a la espera de la llamada  de Etxeba a fin de repasar y valorar este curso 2016-2017. La llamada resultó ser un wasap. "Estoy libre a las 10,30. Cómo lo ves....". De seguido, con hora 10:19, el Director Deportivo  del Club Portugalete anulaba el encuentro con un "Olvídate. Imposible".
Tales mensajes, y en tan corto espacio de tiempo, solo podían obedecer a lo que al mediodía se hizo público: "Aitor Calle, ex entrenador del Deusto, ha sido elegido por la junta directiva del Club Portugalete para liderar desde el banquillo el salto del Club de La Florida a la Segunda División B"...
Sobre la figura del técnico fichado, que vistiera durante tres temporadas la camiseta de oro y hulla de un Club Centenario, Etxeba, ya de primeras, va directo al grano:
"Era vital para el Club y su proyecto tener 'amarrado' y fichado cuanto antes al entrenador,  para, así, poder empezar a trabajar siguiendo las líneas maestras que, sobretodo en cuanto a altas, bajas, permanencias y renovaciones, nos marcara el técnico elegido". Desde que la figura de  Ibon Etcebarrieta empezara a difuminarse cual barco que más allá del horizonte busca su próximo destino, el Club conformo una terna de futuribles.
Una suerte de 'Primarias' en el Portu. Sin meter ruido. Con sigilo. Tras la debacle de Loinaz, que le dejo especialmente 'tocado' a 'Etxeba', el futuro del Portu estaba en el presente. Se valoraron las virtudes de los candidatos, y el voto fue unánime y con una sonrisa de ilusión depositada...
"Aitor Calle era la mejor opción para el Club. Hambre, ilusión, Energía. Tres ingredientes, factores  o virtudes que reunía Aitor. Amén de los tres años que como futbolista defendió esta camiseta".
Haber sido cocinero antes que fraile  "deja una impronta muy a tener en cuenta.". El que esto está escribiendo tuvo la suerte de coincidir con el ya entrenador del Club Portugalete en un hotel de Mallorca, verano de 2009. El Portu había jugado la Copa del Rey frente al Valencia de Unai Emery. El partido de ida, en Lasesarre. Coincidía el choque con el Athletic Club - Recreativo.
Floja entrada en San Mames; Lasesarre, a reventar: El Portu, hasta el momento, ha sido el único equipo capaz de obligar al taquillero del estadio del Barakaldo a colgar en la ventanilla  el "No hay billetes", y a los periodistas, "Lleno hasta la bandera". Noche gloriosa. Aitor Calle no fue citado para ese partido de ida. Y cuando tocaba leer la convocatoria para Mestalla, quedarse como 'ido', incrédula mirada pues sus ojos no aciertan a leer su nombre en la pizarra, en una hoja, o de viva voz del mister, Javi Bermúdez al mando de la carabela jarrillera. Profundo fue su dolor. De esos que dejan la cicatriz de una herida indeleble.
Se fue de La Florida en pleno llanto. Escogió la vía de los banquillos. Y ahora, luego de seis cursos en el Deusto, regresa como entrenador al equipo con el que tan identificado se sintió. Un delantero centro 'falso', perfil de nueve puro tenía, pero se le alineaba caído a la banda izquierda, esa que tan a mano le quedara ahora que habrá de sentarse en el banquillo, ahora que deberá  a creer  [a la fuerza ahorcan] que el que a su lado en remontada corre no es el, sino uno de sus discípulos.
Bendito fútbol que a los que de verdad aman lo que desean termina dándoles su oportunidad, o esa "Segunda Cita", como a su blog le dio en llamar el prodigioso cubano Silvio Rodríguez. "Aitor Calle tiene las ideas muy claras. Gratamente sorprendido me he quedado cuando el trato ha sido cara a cara", me confiesa Etxeba con la alegría que desprende el que se ha topado con un "entrenador hambriento, regresa a La Florida, trabajar en equipo le colma de ilusiones,  y meter al Portu en play off y ascenderlo sería tocar el Cielo y en el quedarse"...  Tantas cosas bonitas...y todavía a Etxeba le queda revelar algo que le ha impactado en la figura del hombre con el que habrá de trajinar codo a codo: "Hablando con el he podido sentir el ansia de un entrenador que pagaría muy bien a cambio de que las horas del día no fueran 24, sino 27, a fin de ganar ese tiempo de más que él necesita para poder  alargar la duración de sus entrenamientos"...
Aitor  Calle recala en el Portu luego de seis temporadas seguidas en el Deusto, Club, el 'tomatero', al que lo ascendió a Tercera División a base de crear equipos compactos partiendo de presupuestos bajos comparados con la tela que se mueve en el mercado de la Tercera División del grupo 4, una de las más duras y competitivas de todo el Estado, categoría que, por cercana comparación, convierte a los equipos de Cantabria en seres menores en busca del imposible que resulta para ellos conquistar el reinado del tridente de la Comunidad Autónoma Vasca.
Tras la llegada de Aitor Calle, "injustos seriamos si no agradeciéramos el trabajo, como entrenador, y su comportamiento, como persona, de Ibon Etxebarrieta : un 'señor' con todas las letras". Un técnico, por otra parte, que no ha llegado a casar con el espíritu de ascenso que inunda La Florida de principio a fin y en todos y cada uno de los partidos.
Ibon Etxebarrieta lo intentó de todas las formas, modos y maneras, pero no consiguió "transmitir' a la grada", esa virtud tan necesaria cuando tu trabajo necesita una afición que la asimile, la viva, e incluso esté dispuesta a morir por ella. Es algo que surge, una comunión que no se prepara, salta la chispa, se enciende el fuego, estalla la grada, será por eso que los campos son templos, alguno, Catedral, y en la afición se confía como fieles parroquianos....
Llega Aitor Calle de repente, surge a sus 40 años con ganas de comerse el mundo. Empezó con los tomates de Deusto. No quedó saciado. Alcanza La Florida luego de remontar las empinadas calles, ¡CALLE!, que ya conocía. Enérgico. De energía: ni se crea ni se destruye. Aitor se ha transformado.
La rabia con la que se marchó la ha reciclado durante seis temporadas. Sacó el título. Pero le falta el doctorado. A por él viene. Tesis. Antítesis. Síntesis. Sintetizar. "Cree saber adónde viene. Yo diría que está convencido. Se instruyó visionando partidos del Portu hasta dominar en datos la plantilla que tuvo a su cargo Ibon Etxebarrieta".
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes. 

@LuismaPrezGartz