Aciaga visita de Bilbao Basket a Tenerife (96-85)
Pese a que los anfitiones tampoco se jugaban nada y que Piru Azua 'gasta' imagen de talismán, que levante la mano el que confiaba en que Bilbao Basket cerrara su campaña a domicilio venciendo en la cancha del Iberostar Tenerife. Ni en sueños desgraciadamente salían voluntarios (96-85). Los bilbaínos, que lejos de Miribilla se deshacen, aguantaron a los canarios hasta el arranque del segundo acto, pero tras el empate a 27 Carl English encabezó una parcial de 17-0 que dejó casi veraneantes en las islas a los de Rafa Pueyo.
El partido arrancó con igualdad y dominio de los ataque sobre las defensas y con lastres tremendos para un equipo tan zurradom, como fueron la baja de Roger Grimau a la que se sumaría, por precaución, la de Raül López. No estaba cómodo el BB en defensa, los puntos caían con rapidez en su contra pero el enorme trabajo ofensivo de Alex Mumbrú (13 puntos en el primer cuarto) permitía a los vascos incluso tomar una renta de 16-21. Sin embargo, el Iberostar Tenerife metió la directa, recuperó el dominio en el luminoso al final del primer cuarto (27-25) y al son de Sikma e English marcaron un demoledor parcial de 17-0 que dejaba el partido roto y visto para sentencia para alegría del público chicharrero: 44-27. La máxima renta alcanzó los 21 puntos (55-34), minimizados en el 55-38 con el que se llegó al descanso. Además de anotar fácil el equipo de La Laguna tenía el dominio casi absoluto del rebote. Los hombres de negro cambiaron de fisonomía en el segundo tiempo. De hecho ganaron los marcadores parciales del tercer y último cuarto. Pero la distancia con la que jugaron los de Alejandro Martínez fue suficiente para los locales. Rafa Pueyo activó la opción Zoran Vrkic en la posición de escolta y el croata respondió con 16 puntos que mantuvieron en la pelea al Bilbao Basket. Sin embargo, cada vez que el cuadro de Miribilla amagaba con bajar de psicológica barrera de los 10 puntos eran los locales los que reaccionaban. Así se llegaba al final del tercer cuarto con 73-59, una vez superado hasta 21 puntos de desventaja. La renta alcanzó el 84-61 a 07:32 para el final y el cuadro bilbaíno supo remar contracorriente y llegar al final con un decoroso 96-85, dejando ya el duelo ante el Monbus en el Bilbao Arena como el último acto de una campaña triste.