(98-93) El Unicaja da un aviso al Madrid

El Unicaja le ha dado un serio aviso al Real Madrid. Los de Plaza quieren demostrar que no están en las semifinales como teloneros de nada ni de nadie. El partido se decidió en la prórroga (98-93), pero da pena que se escape después de ir más de media hora por delante en una cancha tan complicada.

Contra los grandes hay detalles que marcan, muchísimo. Uno de ellos está manos de los árbitros. No es un llanto ni una excusa. Es ese goteo incesante, esa faltita que te señalan por nada y ese palo que se va al limbo, es sacarte de quicio minando tu estabilidad emocional poco a poco. Es que tu rival grite en la cara a un árbitro y tú ver cómo eres castigado con una técnica que mete a tu rival dentro cuando le tienes donde quieres (ejemplo Calloway-Chacho).
Al margen de estos asuntos, que conviene que de vez en cuando alguien los señale, hubo un partidazo de baloncesto. Sólo le puso pausa ese fallo casi eterno del marcador del Palacio madrileño (dos parones de quince minutos...). Con todo, el arranque fue espectacular por parte del Unicaja. Comandados por Mirotic, el Madrid contrarrestó el 6-17 (con un 14-2). Sin embargo, Calloway se puso en plan jugón y comenzó a reventar el duelo. 11 arriba al descanso para los de Plaza ante el desconcierto local (41-52). 
El Madrid, que no es considerado el mejor equipo de Europa gratuitamente, acercó posturas con la oposición gracias al Chacho Rodríguez. El base canario sostuvo al Madrid e impidió (junto con la 'gota malaya', concepto que da nombre a lo contado en el segundo párrafo). Eso sí, falló el balón que pudo dar la victoria a su equipo. Pero el Unicaja merecía, al menos, el premio de la prórroga porque fue mejor.
El añadido volvió a mostrar la mejor versión de Mirotic, pero el Unicaja de Plaza sigue demostrando que no sabe rendirse  (94-89 a falta de un escaso minuto). Iba, iba, iba el Unicaja... Toolson encabezó la resistencia y el equipo llegó a la hora límite con opciones de estirar el partido cinco minutos más (96-93). Un campo atrás en un ataque asfixiado por la defensa merengue frustró el asalto a la cancha del campeón. Pero no pasa nada. Todavía hay tiempo para llevar la eliminatoria a Málaga con tablas.