El Real Madrid continúa con el pleno en los Clásicos de esta temporada tras llevarse la batalla en el Palau

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Los de Chus Mateo se han impuesto 89-91 en el quinto Clásico de la temporada
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El encuentro ha estado cargado de tensión y los blancos se llevan una nueva victoria
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Mario Hezonja protagoniza la mejor canasta de la jornada 33 de la Euroliga con su mate de espaldas
Real Madrid y Barça se medían en la Liga Endesa después de certificar ambos su pase, como mínimo, a los play in de la Euroliga. Los de Chus Mateo visitaban el Palau Blaugrana para enfrentarse a un rival al que ya habían ganado en cuatro ocasiones este curso -en la supercopa, dos en Euroliga y en la ida de la competición doméstica-.
Continuaría el idilio blanco en los Clásicos tras ganar 89-91, aunque no exentos de sufrimiento y gracias a un rebote vital de Eddy Tavares en la última jugada para evitar un intento culé de forzar la prórroga. Los triples de Sergio Llull y Dzanan Musa en el tramo final del encuentro, decisivos.

La crónica del FC Barcelona 89-91 Real Madrid
Dirigido por la eficacia de Llull, máximo anotador del conjunto blanco con 19 puntos, el equipo de Chus Mateo visitará la próxima jornada al Laguna Tenerife, segundo clasificado, con una victoria de ventaja a falta de ocho jornadas por disputarse.
En la otra cara de la moneda, el Barça remó a contracorriente y, pese a los 19 puntos de Kevin Punter y los 15 de Joel Parra y Darío Brizuela, se quedó en la orilla y frena su racha de tres victorias en la competición doméstica, que le aleja de las cuatro posiciones de cabeza que dan factor pista en las eliminatorias por el título.
En el quinto Clásico de la temporada, el Real Madrid impuso su ritmo desde el inicio gracias a su acierto desde el perímetro. Dos triples de Llull y otro de Campazzo permitieron a los visitantes firmar un contundente parcial de 0-11 para neutralizar el 4-0 inicial azulgrana (4-11, min.3).
La reacción local no se hizo esperar. En su primer partido en el Palau tras renovar hasta 2028, Punter lideró la ofensiva barcelonista con nueve puntos casi consecutivos (19-15, min. 8), encendiendo al equipo y al público.
Su inspiración contagió a Parra y al joven Villar, que se sumaron al impulso del escolta estadounidense para cerrar el primer cuarto con ventaja en el marcador (24-20, min. 10).
Puso una marcha más en ataque el Real Madrid tras la pausa para recuperar el control en el electrónico (31-33, min.16), ante un Barça atascado sin Punter en pista, incapaz de encontrar un referente ofensivo en situaciones de uno contra uno.
De poco sirvieron los tiempos muertos de Peñarroya ante el empuje del conjunto blanco: certero en las transiciones e intenso en defensa para mantener la ventaja al descanso ante un Barça que acusó la falta de frescura en la rotación por las lesiones (39-42, min.20).
Tras la reanudación, el guión no cambió demasiado. Un tímido intento de reacción por parte de los locales fue rápidamente neutralizado por un contundente parcial de 2-8 del Real Madrid, que estableció la máxima diferencia del encuentro hasta ese momento (46-52, min. 24).

Saltaban chispas sobre el parqué, con un aumento de las interrupciones y una notable caída en las canastas en juego. El tercer cuarto fue especialmente tenso, con cuatro faltas técnicas, una antideportiva y la eliminación de Fall, un escenario que perjudicaba claramente al Barça, necesitado de esa chispa que cambiase la dinámica y le diera continuidad.
Una bandeja de Parker y un triple del omnipresente Parra marcaron un parcial de 5-0 de arranque del último período (66-68, min.31) que parecían ser esa chispa que desataba la remontada local.
Y así fue. Con un nuevo parcial de 5-0, encabezado por otro triple del estadounidense y una canasta de Anderson, el Barça recuperó la ventaja (73-72, min. 32).
Sin embargo, la alegría duró poco, ya que, tras una pausa de Chus Mateo, Feliz castigó en las transiciones, devolviendo la ventaja al Real Madrid (66-70, min. 33).
Los últimos minutos se volvieron en una lucha encarnizada más propia de una final de Euroliga. El Barça logró una mínima ventaja, pero con todo igualado el acierto en el perímetro iba a marcar la diferencia.
Ahí apareció el talento blanco. Llull y Musa con sendos triples consecutivos silenciaron el Palau a falta de 35 segundos (83-88), lo que dejó prácticamente sentenciado el partido.
Con todo en contra, el Barça no bajó los brazos gracias al arrojo ofensivo de Brizuela, pero desde el tiro libre, el conjunto blanco se apuntó su octavo Clásico consecutivo, que a su vez les asegura matemáticamente su presencia en las eliminatorias por el título (89-91).