Mercedes se lo carga. Decisión tomada. Y lo cambia todo

Hace unos días te contamos en ElDesmarque uno de los proyectos que había puesto en marcha BMW. Se trata de un nuevo sistema de propulsión que funciona con una pila de combustible de hidrógeno. Un nuevo bloque que pretenden montar en el nuevo BMW X7, en el marco de un proyecto desarrollado conjuntamente con Toyota.

Esta nueva tecnología consiste en la transformación del hidrógeno y el oxígeno en agua y electricidad. Una forma de moverse que sería la más limpia y ecológica conocida hasta la fecha, pues sus emisiones son vapor de agua en un 99%.

Las marcas trabajan en la pila de combustible de hidrógeno

Cabe decir que BMW no era la única inmersa en un proyecto de estas características. Audi, está a punto de lanzar un crossover alimentado por hidrógeno, mientras que la propia Toyota,  ya trabaja en el nuevo Mirai.

Además, Hyundai hace tiempo que comercializa el Nexo, que funciona con esta tecnología. Y Mercedes, que lanzó en 2013 el GLC F-Cell en un proyecto conjunto con Nissan y Ford, hace un tiempo que andan trabajando en esta tecnología.

Mercedes se retira

Sin embargo, esta tecnología de momento no cuenta con demasiados adeptos. Por un lado, los modelos son muy costosos en el mercado. Y tampoco existen hidrogeneras suficientes en nuestro país que hagan de esa opción algo atractivo para los consumidores. Y todo ello ha llevado a Mercedes a dar un paso atrás en este campo.

La marca alemana ha decidido eliminar el GLC F-Cell y abandonar el proyecto de investigación y desarrollo sobre este sistema de propulsión.

Y es que a los problemas anteriormente mencionados hay que sumar que un coche de este tipo cuesta el doble de lo que vale financiar un modelo eléctrico con las mismas prestaciones.