Esta es la avería más común en los Citroën y los Ford en España

Una reciente encuesta realizada por Recomotor a su red de 17.000 talleres mecánicos en España ha revelado las averías más comunes que se encuentran en los talleres y las marcas de automóviles que más las sufren. Este estudio proporciona una visión detallada de los problemas más frecuentes y permite a los conductores estar mejor preparados para los desafíos que pueden enfrentar con sus vehículos.

Citroën y Ford se llevan la palma en problemas del sistema de alimentación

Los problemas en el sistema de alimentación representan un 15% de las averías y afectan especialmente a Citroën y Ford. Estos problemas incluyen fallos en carburadores, bombas de combustible, sistemas de inyección y sistemas anticontaminación. La alimentación correcta del motor es fundamental para el rendimiento del vehículo y su eficiencia de combustible, lo que hace que estas averías sean especialmente relevantes.

Las averías en el sistema de alimentación pueden tener múltiples causas. Los carburadores, aunque menos comunes en los vehículos modernos debido al uso de sistemas de inyección, aún presentan problemas en modelos más antiguos. Las bombas de combustible también son una fuente común de fallos, ya que son esenciales para mantener un flujo constante de combustible al motor. Cuando estas fallan, pueden causar desde problemas menores, como una pérdida de potencia, hasta averías más graves que dejen el vehículo inmovilizado. Además, los sistemas de inyección, que han reemplazado en gran medida a los carburadores en los coches modernos, también pueden fallar debido a la acumulación de suciedad o defectos en los componentes electrónicos.

Los sistemas de anticontaminación, diseñados para reducir las emisiones de gases nocivos, son otro punto de fallo frecuente. Los sensores y filtros que componen estos sistemas pueden obstruirse o fallar, llevando a problemas de rendimiento y al aumento de las emisiones, lo cual puede resultar en multas por no cumplir con las normativas de emisiones.

Otras averías frecuentes

La encuesta también destaca que las averías eléctricas son las más comunes, representando un 30% de las visitas a los talleres. Estas incluyen problemas con baterías, fusibles, bombillas, cierres, elevalunas y cableados. Aunque estas averías afectan a muchas marcas, FIAT, Jaguar y Land Rover son las que más las sufren. Los problemas eléctricos pueden ser particularmente frustrantes debido a la cantidad de componentes que pueden verse afectados y la dificultad para diagnosticar la causa exacta del problema.

Con un 20%, están los problemas de electrónica y encendido. Estas averías son comunes en Land Rover y FIAT, y pueden incluir fallos en el sistema de encendido, sensores y otros componentes electrónicos del vehículo. La electrónica moderna es compleja y vital para el funcionamiento del vehículo, por lo que los problemas en este ámbito pueden causar una amplia gama de síntomas y dificultades.

El sistema de frenos es responsable del 12% de las averías reportadas. Esta categoría incluye problemas con bombas de freno, conductos, discos, tambores y cables de freno. Las marcas más afectadas por estos problemas son Volkswagen y Mercedes. Mantener el sistema de frenos en buen estado es crucial para la seguridad del vehículo, por lo que estas averías son especialmente preocupantes.

El motor es el corazón del vehículo, y los fallos en este área representan un 13% de las averías. Las marcas más afectadas en este ámbito son Citroën y Peugeot. Las averías en el motor pueden variar desde problemas menores hasta fallos catastróficos que requieren reparaciones costosas y prolongadas.

Los problemas en la dirección y amortiguación, que representan un 10% de las averías, son más comunes en Renault y Tesla. Estos problemas pueden afectar la maniobrabilidad del vehículo y la comodidad del conductor y los pasajeros, además de su seguridad.

Finalmente, las averías en los sistemas de climatización representan un 8% del total y son más frecuentes en Mercedes y Smart. Estos problemas pueden afectar la capacidad del vehículo para mantener una temperatura cómoda en el interior, lo cual es especialmente importante en climas extremos.