El futuro del Nissan Qashqai no está nada claro

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Nissan presentará en pocos días nuevos resultados económicos que, al parecer, serán desalentadores
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La tercera generación del Qashqai, muy responsable de la situación crítica de la marca japonesa
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Nissan prepara una nueva generación del Juke con un diseño radical
El futuro del Nissan Qashqai, uno de los modelos más icónicos del fabricante japonés, atraviesa un momento delicado. La marca nipona vive una crisis estructural sin precedentes, producto de decisiones erróneas que han debilitado gravemente su posición en el mercado. El próximo 13 de mayo, día en que se presentarán los resultados fiscales, se anticipa como una jornada crítica.
Según las filtraciones internas, Nissan podría anunciar pérdidas superiores a 4.600 millones de euros, una cifra diez veces mayor de lo previsto inicialmente. Este agujero económico refleja no solo la mala gestión de los últimos años, sino también el distanciamiento de Renault, su socio tradicional, que ha dejado de contar activamente con la marca japonesa en sus estrategias futuras.

El Qashqai, uno de los culpables de la situación crítica de Nissan
Uno de los errores más señalados ha sido la excesiva confianza en ciertos modelos. La desaparición prematura del Micra y la fuerte apuesta por la segunda generación del JUKE, que no ha tenido el mismo éxito que la anterior, han pasado factura. Pero el gran fracaso ha sido la tercera generación del Qashqai, que no ha conseguido recuperar el prestigio de las dos versiones anteriores.
Su tercera generación, tal y como remarcamos en ElDesmarque, llegó con un sobreprecio importante. Y durante sus primeros tres años a la venta registró números muy por debajo de las generaciones anteriores. Y tras su lavado de cara, ha mejorado en muchas cosas manteniendo el precio, lo que le ha permitido mejorar sus matriculaciones. No obstante, no están siendo suficientes.

A pesar de un rediseño estético y la introducción del sistema e-Power, una tecnología híbrida que prometía revolucionar la conducción, el modelo no ha convencido al público. El sistema se percibe como un punto intermedio entre eléctrico y térmico que no termina de satisfacer a ninguno de los dos perfiles. Ni siquiera el Ariya, su SUV eléctrico, ha logrado revertir la tendencia negativa.
Los nuevos modelos tampoco enamoran
El futuro inmediato tampoco ofrece demasiadas garantías. El nuevo Micra, que compartirá plataforma con el Renault 5, no genera grandes expectativas debido a su falta de identidad propia. Las sinergias con Renault, lejos de aportar valor, están generando modelos demasiado similares y poco diferenciados.
Nissan apuesta ahora por la tecnología de baterías de estado sólido, pero su desarrollo será costoso y prolongado. Mientras tanto, la marca necesita soluciones inmediatas para evitar el colapso de su gama de productos, especialmente en Europa, donde la competencia es feroz.