Mitsubishi no da un paso atrás y sigue adelante con su polémica estrategia

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En un momento en el que casi todas las marcas apuestan por desarrollar sus propios modelos eléctricos desde cero, Mitsubishi ha decidido nadar contracorriente. Y no, no se trata de una nueva plataforma ni de un diseño rompedor, sino de un enfoque muy pragmático: relanzar el Nissan Leaf con su propio logo. Sí, como lo lees.
El modelo en cuestión será el primer eléctrico de Mitsubishi en Europa tras varios años de ausencia, y lo hará basándose en un coche ya más que conocido: el Leaf. Esta jugada, fruto de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, ha generado opiniones divididas. Para algunos, es una forma inteligente de ahorrar costes y acelerar la electrificación; para otros, una falta de ambición preocupante.
Lo cierto es que Mitsubishi necesita volver a pisar fuerte el terreno eléctrico europeo. El Outlander PHEV fue pionero en su momento, pero hoy el mercado pide más, y rápido. Apostar por un coche como el Leaf —eficiente, fiable y asequible— puede ser una forma de ganar tiempo mientras desarrollan algo propio.
Mitsubishi tendrá un SUV eléctrico
El nuevo Mitsubishi eléctrico llegará en 2025 y mantendrá las especificaciones del Leaf: motor de 150 CV, batería de 39 kWh y una autonomía que ronda los 270 km en ciclo WLTP. No son cifras de escándalo, pero para un uso urbano y periurbano sigue siendo una alternativa perfectamente válida.

Eso sí, a nivel estético todo apunta a que los cambios serán mínimos. Es decir, veremos un Leaf con los emblemas de Mitsubishi, lo que refuerza la idea de que esta es una estrategia de transición más que un verdadero salto hacia el futuro.
En definitiva, Mitsubishi ha decidido no esperar más, aunque sea a base de un producto prestado. Y mientras algunos critican la falta de originalidad, otros aplauden la valentía de no quedarse fuera del juego eléctrico. Al fin y al cabo, en esta carrera no siempre gana el que inventa, sino el que llega a tiempo.