El diésel no está muerto del todo, y en Mercedes lo saben

-
Mercedes salva al diésel con una solución sencilla y muy eficiente
-
Es la tecnología ideal para quienes hacen viajes largos
-
Es francés, pero tiene el mismo lujo que un Mercedes: ojo a lo nuevo de DS
Cuando parecía que el motor diésel estaba destinado al olvido, Mercedes-Benz decide llevarle la contraria a la industria. Mientras muchas marcas dan la espalda al gasóleo, la firma alemana ha encontrado una nueva forma de darle sentido: fusionarlo con electricidad. Así, en lugar de enterrarlo, lo ha reinventado.
La receta es tan simple como ingeniosa: unir la eficiencia del diésel moderno con un sistema híbrido enchufable. El resultado es una gama de modelos con consumos de mechero, emisiones reducidas y una autonomía combinada que deja atrás a muchos eléctricos puros. En un mundo obsesionado con los enchufes, Mercedes opta por el equilibrio.

Mercedes salva el diésel con la electrificación
Bajo el capó, encontramos un motor 2.0 turbodiésel de cuatro cilindros, apoyado por un propulsor eléctrico y una batería de gran capacidad. En modo eléctrico, pueden recorrer hasta 100 kilómetros sin emitir una gota de CO₂, lo que les otorga la etiqueta Cero. Y cuando se combinan ambos motores, la cifra total de autonomía supera los 1.000 kilómetros.
Modelos como el Clase C, Clase E, GLC y GLE ya ofrecen esta tecnología. Con cambio automático y opción de tracción 4MATIC, estos coches no solo rinden, sino que mantienen el nivel de confort, silencio y refinamiento que se espera de Mercedes. La experiencia al volante, lejos de ser técnica o fría, sigue siendo emocional.

La solución ideal para quienes hacen desplazamientos largos
El planteamiento es especialmente acertado para quienes hacen largos recorridos y no quieren depender de puntos de recarga. No todos los conductores viven en la ciudad ni hacen trayectos cortos. Y para ellos, esta propuesta tiene mucho sentido.
Además, la transición entre eléctrico y diésel es tan fluida que apenas se percibe. La respuesta del motor es inmediata, y el consumo se mantiene bajo incluso en carreteras abiertas o entornos mixtos. No hay que sacrificar ni prestaciones ni eficiencia.