Bugatti Brouillard, el hiperdeportivo que a todos nos gustaría conducir

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Llega el primer coche del Programa Solitaire
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Aspira a crear como máximo dos vehículos por año,
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Bugatti ha dado un paso más allá en su filosofía de personalización y exclusividad con la presentación del Programa Solitaire y su creación: el Brouillard.
El Programa Solitaire es una nueva iniciativa que reinterpreta la tradición de la carrocería artesanal para crear vehículos absolutamente únicos. Este programa, que va más allá del ya prestigioso Bugatti Sur Mesure, debuta con una creación sin precedentes: el Bugatti Brouillard.
Brouillard -nombre del caballo favorito de Ettore Bugatti- es un homenaje a la pasión del fundador de la marca por los caballos y al diseño escultórico que siempre ha caracterizado a la firma. Este primer coche del programa simboliza la unión entre el legado familiar y el futuro del lujo automotriz. Inspirado en el purasangre blanco que podía abrir su establo con un mecanismo diseñado por el propio Ettore, el Brouillard refleja belleza, poder y una elegancia digna de un caballo de exhibición.

Diseñado sobre la plataforma más avanzada de Bugatti —con el motor W16 de 1.600 CV y un chasis de fibra de carbono y aluminio—, el Brouillard representa la evolución definitiva del hiperdeportivo. Pero más allá de su rendimiento, destaca por su diseño fluido, escultural y orgánico, con superficies inspiradas en los músculos y proporciones de un caballo entrenado. El objetivo: crear una silueta dinámica y ligera que oculte una complejidad técnica extrema bajo una estética de simplicidad refinada.
Elegante y aerodinámico
La filosofía aerodinámica del Brouillard incorpora un alerón tipo cola de pato, un sistema de refrigeración optimizado y un difusor trasero rediseñado, todo integrado armoniosamente en la carrocería. El interior, por su parte, eleva la artesanía a otro nivel. Destacan materiales exclusivos como fibra de carbono teñida de verde, aluminio mecanizado y telas tartán tejidas en París. Los detalles personalizados son innumerables: desde los asientos moldeados a medida hasta una palanca de cambios con una mini escultura de cristal del caballo Brouillard.
Más allá de lo técnico, este modelo es una obra de arte viva. El propietario del Brouillard es un coleccionista apasionado por todo el legado de la familia Bugatti, desde los automóviles históricos hasta el mobiliario de Carlo Bugatti y las esculturas de Rembrandt Bugatti. Con este encargo, buscó fusionar todas esas vertientes artísticas en una pieza única que honrara la sensibilidad estética y emocional de Ettore hacia sus vehículos… y hacia su caballo.

El Programa Solitaire aspira a crear como máximo dos vehículos por año, garantizando un nivel extremo de atención al detalle y exclusividad. Se utilizarán plataformas ya existentes, como en el caso del W16, pero con un enfoque centrado en el diseño carrozado e interior a medida.
El Bugatti Brouillard será presentado oficialmente en la Semana del Automóvil de Monterey, marcando el inicio de una nueva era para la marca: una en la que el arte, la herencia y la innovación se funden para dar vida a vehículos irrepetibles. En definitiva, el Brouillard no es solo un coche: es una manifestación de la alta costura automotriz, diseñada para trascender el tiempo.
