El nuevo BMW es, para muchos, es el más feo de la marca

El lanzamiento del nuevo BMW iX3 ha provocado todo tipo de reacciones. Algunos lo consideran un paso adelante en tecnología y eficiencia. Otros, sin embargo, no pueden evitar decirlo en voz alta: “es el BMW más feo que se ha fabricado”. El diseño ha dividido a los seguidores más fieles de la marca bávara, acostumbrados a líneas elegantes y agresivas. Pero es en lo único en lo que discrepan. En el resto coinciden en que estamos ante uno de los mejores BMW de la historia. Puede ser el más feo, sí, pero también uno de los más eficientes, avanzados y revolucionarios que ha hecho la marca. Al fin y al cabo, la belleza siempre depende de quién la mire.

Este SUV eléctrico de 4,78 metros estrena la plataforma Neue Klasse, la base de la futura generación de vehículos eléctricos de BMW. Es el heredero espiritual del mítico i3, pero con un enfoque mucho más maduro. Aun así, la primera impresión que causa su aspecto exterior ha sido polémica. Los riñones frontales, reinterpretados una vez más, son más planos, cerrados y poco proporcionados según muchos aficionados.

470 CV de potencia y más de 800 km de autonomía

Desde la marca defienden que el diseño busca eficiencia aerodinámica por encima de la estética. Y lo cierto es que los resultados técnicos son sobresalientes. El nuevo iX3 presume de un consumo de apenas 15 kWh/100 km, una cifra récord en su segmento. La clave está en su plataforma modular y en un trabajo minucioso de optimización aerodinámica que mejora hasta un 30% la eficiencia frente a modelos anteriores.

Bajo esa carrocería tan criticada se esconde la sexta generación del sistema eDrive, con motores síncronos de rotor excitado que no emplean tierras raras. Esta tecnología promete un rendimiento superior y una huella ecológica menor. El modelo más potente entrega 469 CV y alcanza una autonomía WLTP de 805 km, cifras que rivalizan con los mejores eléctricos del mercado.

Más de 600 km de autonomía en 15 minutos

La batería de 108,7 kWh utiliza celdas cilíndricas de nueva generación y una arquitectura de 800 voltios, capaz de pasar del 10 al 80% en menos de 15 minutos en cargadores ultrarrápidos. Es pura ingeniería alemana, aunque muchos sigan sin acostumbrarse a su silueta.

El interior, en cambio, ha recibido elogios unánimes. Mantiene controles físicos tradicionales, incorpora el sistema Panoramic Vision y la interfaz Heart of Joy, que centraliza la dinámica del vehículo. Es un espacio donde se combinan comodidad, funcionalidad y tecnología premium.