Santana vuelve, como EBRO, con una bestia de 429 CV que no gusta nada en España
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Estará disponible en dos versiones mecánicas: una híbrida enchufable y una diésel
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Santana ha vuelto. Y lo ha hecho con fuerza. La histórica marca española, renacida bajo el paraguas de EBRO, acaba de presentar el nuevo Santana 400, un todoterreno híbrido enchufable que promete revolucionar el segmento. Su lanzamiento ha llegado sin previo aviso, pero con la intención clara de recuperar la esencia de la fábrica donde nacieron los míticos Santana de antaño.
El nuevo modelo no es solo un regreso sentimental. Representa también un salto tecnológico sin precedentes dentro de su categoría. Por primera vez, un vehículo de fabricación nacional incorpora una arquitectura híbrida avanzada y una potencia que lo coloca entre los pick-up más potentes de Europa. El Santana 400 llega para competir, y no precisamente en silencio.
Dos versiones mecánicas para la nueva pick-up de Santana
Por concepto, estamos ante una pick-up de nueva generación, más cerca del lujo y la tecnología que del vehículo industrial. Con un diseño robusto y un planteamiento polivalente, busca convencer tanto a profesionales como a aventureros. Sin embargo, no lo tendrá fácil: en España este tipo de vehículos siguen siendo minoritarios, con un mercado dominado por propuestas extranjeras como la Toyota Hilux o la Ford Ranger.
La clave del modelo está en su mecánica híbrida enchufable. Combina un motor de gasolina de 1.5 litros con un motor eléctrico, alcanzando una potencia total de 429 CV y un par máximo de 800 Nm. Su batería de 32 kWh le permite recorrer hasta 120 kilómetros en modo 100% eléctrico, y superar los 1.000 kilómetros de autonomía combinada. Además, admite carga rápida DC, algo poco habitual en el segmento.
Disponible en versiones híbrida enchufable y diésel
La marca también ofrecerá una versión diésel, denominada Santana 400D, con un motor 2.3 litros, 190 CV y 500 Nm de par, disponible con cambio manual o automático y tracción 4x4 con bloqueo trasero opcional. Una apuesta más tradicional, pensada para los mercados donde la electrificación todavía no es prioritaria.
El objetivo de Santana es ambicioso: lanzar el modelo en 2026 y alcanzar 3.000 matriculaciones en su primer año. Además, la compañía planea expandirse por Europa y África, siguiendo la misma estrategia de producción modular que está aplicando EBRO con sus nuevos modelos.
Aun así, hay un reto evidente. En España, las pick-up no terminan de cuajar. Se perciben como vehículos grandes, caros y poco prácticos para el día a día. Y aunque el Santana 400 promete potencia, autonomía y tecnología, el público nacional sigue prefiriendo los SUV convencionales. Un regreso potente, pero que no todos parecen dispuestos a aplaudir.