Toyota se quiere cargar el Land Cruiser
-
Los japoneses tienen una idea que no gusta a todo el mundo
-
Toyota tiene una de las mejores compras ahora en España
Toyota estudia una transformación profunda para el Land Cruiser, una de sus denominaciones más emblemáticas. El futuro del modelo podría pasar por adoptar una carrocería tipo pick-up compacta y una plataforma monocasco, alejándose radicalmente de la arquitectura clásica de chasis de largueros que ha definido su identidad durante décadas. Esta decisión, aún en fase de desarrollo, ha generado una fuerte controversia entre los seguidores del modelo, que interpretan el cambio como una renuncia a su legado más puro.
El nuevo enfoque plantea un vehículo de menor tamaño, con proporciones más compactas y una construcción orientada a mejorar la eficiencia y el confort. La utilización de una plataforma monocasco aportaría ventajas en cuanto a comportamiento dinámico y ligereza, pero limitaría significativamente sus capacidades todoterreno. El resultado sería un vehículo más civilizado, menos especializado, y con una orientación marcadamente urbana o suburbanas, dejando de lado su naturaleza de herramienta extrema para uso fuera del asfalto.
Por otro lado, la conversión del Land Cruiser en una pick-up compacta con propulsión eléctrica o térmica, más cercana a un crossover utilitario, evidencia el giro estratégico de Toyota hacia productos más globales y accesibles. Esta nueva línea compartiría filosofía con modelos como el Hilux, aunque con un enfoque menos robusto y más adaptado al uso cotidiano.
Una reinterpretación que rompe con su historia
Lo destacable en este caso es que el Land Cruiser, símbolo durante más de 70 años de resistencia, fiabilidad y capacidad 4x4, podría convertirse en un producto adaptado a las tendencias actuales de movilidad, pero desconectado de su ADN original. La adopción de una arquitectura monocasco implica abandonar el esquema tradicional que ha permitido al modelo superar los entornos más exigentes del planeta.
En este sentido, muchos interpretan este movimiento como una forma encubierta de poner fin al Land Cruiser tal como se ha conocido hasta ahora. Aunque la denominación pueda mantenerse, el concepto que la sustenta sufriría una transformación estructural difícil de asumir por los puristas. Llama especialmente la atención que Toyota esté dispuesta a sacrificar parte de su herencia en aras de eficiencia, coste y versatilidad.
Por todo ello, la idea de un Land Cruiser compacto y monocasco supone una ruptura con la tradición más arraigada de la marca, poniendo en duda si el nuevo modelo podrá estar a la altura del peso simbólico de su nombre.