Detección precoz y prometedores tratamientos: el nuevo escenario de las enfermedades neurodegenerativas
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Pruebas de diagnóstico precoz a partir de un análisis de sangre
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Van a permitir detectar el alzhéimer antes de que aparezcan los primeros síntomas
Párkinson, Esclerosis Múltiple, enfermedades neuromusculares, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Alzhéimer y otras demencias son las principales enfermedades neurodegenerativas que sufren más de 900.000 personas en España.
Muchos son los científicos que vuelcan su carrera en estudiar estas patologías, su desarrollo y tratamiento, así como sus repercusiones personales, familiares y económicas alertando de la importancia de anticiparse a la llegada de los primeros síntomas del deterioro cognitivo.
Por este motivo, las nuevas y más sencillas pruebas de diagnóstico precoz que se empiezan a aplicar -a partir de un análisis de sangre- y los prometedores tratamientos que ya se están probando en humanos -basados en anticuerpos monoclonales- sitúan a estas enfermedades ante un nuevo escenario.
Los investigadores convocados por la Fundación Ramón Areces en Madrid a una jornada sobre la demencia y los avances para combatirla han incidido en la importancia de los "factores modificables" -ni genéticos ni ambientales- que pueden ayudar a prevenir el desarrollo de la demencia, a la importancia de la dieta, del ejercicio o de desterrar el alcohol y el tabaco.
Y apelan también a la trascendencia de las relaciones intrapersonales, de la socialización, de la comunicación o de la cultura; y hasta de poner remedio a problemas muy sencillos, como usar un audífono para evitar la incomunicación y el deterioro cognitivo.
Avances en la detección precoz
Entre las más prometedoras pruebas de diagnóstico -aunque aún no están incorporadas a la práctica clínica- Gemma Salvadó, de la Unidad de Investigación sobre Memoria en el Departamento de Ciencias Clínicas de Malmö (Suecia) sitúa los análisis de sangre, convencida de que van a permitir detectar el alzhéimer antes de que aparezcan los primeros síntomas o discriminar éste de otros trastornos mentales con los que se pueden confundir -como la depresión-.
Estas pruebas para la detección precoz de la enfermedad podrían incorporarse pronto a la rutina clínica y sustituir al análisis del líquido cefalorraquídeo que riega el cerebro y la médula espinal, que reporta con mucha fiabilidad la presencia de la enfermedad pero que es muy costoso e invasivo.
Y a las posibilidades de hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad Alberto Lleó, director del Departamento de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, suma la irrupción de los primeros tratamientos que actúan sobre las causas de la enfermedad y que pueden ralentizar su desarrollo.
Aunque también se refiere al desafío que supone decidir quién lo va a recibir, porque son tratamientos de momento muy costosos que requieren hospitalización, una administración "endovenosa" y la realización de varias pruebas (resonancias) periódicas para garantizar la seguridad.
Entre los tratamientos más esperanzadores sitúa además los que se dirigen contra la proteína "tau" -implicada también en las enfermedades neurodegenerativas-, que se están ya probando en las primeras fases de ensayos clínicos en humanos y demostrando resultados "muy prometedores".