Los pasos que debes seguir si un familiar se atraganta estas Navidades, según Miguel Assal
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Cuando la persona no respira, hay que actuar
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La maniobra de Heimlich requiere técnica y fuerza
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Fagofobia o el miedo irracional a morir atragantado
Gran parte de la población no concibe la Navidad sin las cenas y comidas familiares en las que las mesas se llenan de platos de marisco, embutidos, carnes... todo ello en un ambiente de alegría y felicidad, sin embargo, este clima puede verse truncado si alguno de los comensales se atraganta y nadie sabe cómo actuar.
Comer más rápido de lo normal, mantener una conversación mientras te estás llevando un canapé a la boca, masticar los alimentos menos de lo recomendado, no beber agua, reír mientras masticas... son algunas de las situaciones que aumentan el riesgo de que este acontecimiento tenga lugar, situaciones bastante comunes en una reunión familiar.
Ante un problema así, Miguel Assal, divulgador de primeros auxilios y agente de emergencias SAMU, explica cómo actuar a tiempo para que todo se quede en un susto y en una anécdota que rememorar año tras año. "Mientras tosa, anímale a toser, si ya no puede toser y no puede respirar, simplemente hay que actuar", deja claro el profesional sanitario en sus redes sociales.
Siguiendo esta línea, si la persona es capaz de toser, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que esta se doble por la cintura y se incline hacia delante por si lo que ha causado el atragantamiento se mueve, salga hacia fuera y no se quede de nuevo encajado en las vías respiratorias; un tercero puede ayudar con unas palmadas enérgicas entre los omoplatos siempre y cuando esté en esa postura.
¿Cómo actuar ante un atragantamiento?
En el momento en el que la persona atragantada deja de respirar, hay que poner en marcha la maniobra de Heimlich. "Abrázale por debajo de las axilas, pon una pierna entre sus dos piernas y busca el espacio por debajo de las costillas y por encima del ombligo; pon tu puño dentro y en un solo movimiento haz compresiones fuertes hacia dentro y hacia arriba con el objetivo de salvarle la vida", detalla en un vídeo Miguel Assal.
Es bastante común pensar cuánta fuerza se necesita para esta maniobra, especialmente si el que se ha atragantado es un niño o una persona muy pesada, sin embargo, este asegura no sólo se trata de fuerza, sino también de técnica.
"La presión se debe ejercer justo en la zona blanda por debajo de las costillas y por encima del ombligo. Si solo hacemos compresiones hacia adentro no va a dar el mismo resultado que si las hacemos hacia adentro y hacia arriba y tiene que ser un SFR, es decir, una compresión seca, fuerte y rápida", explica ayudándose de un simulador.
En el caso de que la persona que se ha atragantado es muy obesa o esté embarazada "hay que colocar el puño en mitad del esternón", y si esta está inconsciente "hay que colocarla boca arriba y sentarse a horcajadas sobre ella, practicando las presiones en el mismo punto y en la misma dirección, con las manos superpuestas y usando el talón de la mano que está debajo", añade la OCU.
¿Y si se te clava una espina de pescado?
Por otro lado, también es común que se te quede clavada una espina de pescado en la garganta. Aunque es algo muy molesto, e incluso doloroso, lo bueno es que vas a poder seguir respirando. "Bebe un poco de agua y sino un poco de aceite porque es más denso; si no funciona, prueba con una miga de pan o arroz cocida", aconseja el experto en primeros auxilios.
Además de los atragantamientos en las cenas navideñas, este recuerda extremar la precaución con los alérgicos ya que "en estas cenas se prueban comidas nuevas"", y en caso de que se produzca una reacción alérgica con dificultad para respirar "debes saber utilizar siempre el EpiPen (pluma) de ese alérgico: retira el tapón de seguridad, cógelo con tu puño y presiónalo en la cara externa del muslo durante diez segundos. Luego retíralo y durante otro diez segundos masajea la zona". No obstante, "aunque lo hayas resuelto, debes avisar o acudir a urgencias o al médico", recalca.
"Mastica y saliva muy bien, no rías, no cantes, no llores, no bailes mientras estés comiendo y si empiezan los picores no esperes a que te cueste respirar", concluye Miguel Assal.