Ni la sombra, ni la crema solar evitan un golpe de calor en niños: mitos y verdades sobre esta afección

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A partir de los seis meses, los menores ya pueden beber agua
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Un golpe de calor puede producirse sin exposición al sol
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Cómo interpretar las alertas del Ministerio de Sanidad frente a olas de calor
Por desgracia, cada verano los medios dan la fatal noticia de que un menor ha fallecido por un golpe de calor, sobre todo porque este ha sido olvidado en un coche expuesto al sol.
Dicho accidente, junto con los atragantamientos y los ahogamientos, son los incidentes que más se registran en verano entre los más pequeños. Ante esta realidad, y para evitar que estos se produzcan o, al menos, que no acaben en un desenlace fatal, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado una guía para desmentir y confirmar algunas de las creencias más extendidas, así como para saber cómo actuar.
El golpe de calor se trata de "un sobrecalentamiento corporal que compromete el correcto funcionamiento de los órganos vitales", producido por la exposición a altas temperaturas que genera una pérdida de agua y sales minerales, y por consiguiente, una alteración del sistema de regulación térmica del organismo.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor en un menor?
Ante las sospechas de que un niño o niña está sufriendo un golpe de calor, la AEP recomienda seguir los siguientes paso:
- Túmbalo boca arriba en un sitio a la sombra, fresco y ventilado
- Afloja su ropa y quítale las prendas que no sean necesarias
- Colócale compresas o trapos empapados de agua fría en cabeza, cara, cuello nuca y pecho
- Dale de beber agua fría o una bebida isotónica si el niño está consciente
- Llama al 112 y, "si es preciso, inicia las maniobras de reanimación" si está inconsciente
- Trasládalo "al hospital los antes lo antes posible para que se valorado"

Mitos sobre los golpes de calor en niños y niñas
La sombra es un lugar seguro
El golpe de calor se produce cuando el organismo no es capaz reducir el aumento de la temperatura corporal, independientemente de que haya o no exposición al sol -debajo de la sombrilla, la temperatura sigue siendo alta-.
A cualquier hora se puede hacer deporte
Hay que evitar el "ejercicio intenso en las horas centrales del día o cuando el ambiente es de calor extremo".
La crema solar es suficiente para estar protegido
La crema solar no es suficiente, también es necesario ropa ligera y de colores claros, sombrero o gorra, gafas de sol (a partir de los seis meses) y baño o ducha de agua fresca.
Hay que cubrirse a toda costa
Si bien hay que cubrirse, no vale cualquier tipo de ropa, pues si no es fresca y holgada podría contribuir "a aumentar la temperatura corporal".
Las bebidas energéticas reponen los líquidos perdidos
Las bebidas energéticas, mejor llamadas estimulantes -ricas en cafeína, azúcar y otros aditivos-, "no son adecuadas para reponer líquidos y electrolitos".

Creencias sobre los golpes de calor que sí son ciertas
En un coche, la temperatura aumenta 20ºC en menos de una hora
Con 39ºC en la calle, es posible que dentro de un coche cerrado haya zonas que puedan llegar a los 70ºC, incluso a una temperatura ambiente de 29ºC, "la temperatura interior de un vehículo aumenta casi 20ºC en los primeros 45 minutos de exposición solar".
Los niños aumentan más rápido su temperatura que los adultos
Los menores de cuatro años, y sobro todo los que tienen menos de un año, son los grupos más vulnerables a los golpes de calor, pues "su temperatura corporal aumenta con mayor rapidez que en los adultos debido a su menor reserva de agua, menor capacidad de sudoración y un sistema respiratorio aún inmaduro".
Síntomas variados y de diversa gravedad
Mareos, vómitos, elevación de la temperatura corporal por encima de los 40ºC, dolor de cabeza, irritabilidad, aumento de las pulsaciones, piel seca y muy caliente, cansancio excesivo, debilidad, respiración superficial y rápida o calambres musculares son los múltiples síntomas que un niño puede presentar ante un golpe de calor.
Asimismo, "en los casos más graves, se pueden producir desmayos o pérdida de conciencia y convulsiones".
Los más pequeños, leche materna y agua a sorbitos
La hidratación es fundamental para prevenir un golpe de calor, y aunque "no existe una cantidad exacta de líquido recomendada, es esencial ofrecerles leche materna o fórmula de manera frecuente, sobre todo en los días de altas temperaturas". Además, a partir de los seis meses se pueden introducir pequeñas cantidades de agua.

Mucha agua para el resto de niños
"Los niños de 6 a 12 años deberían tomar de 750 mililitros a 2 litros de agua al día para evitar la deshidratación y el golpe de calor", concluye la guía de la AEP.