El derecho a soñar que no se ganó el Xerez
Este martes se produjo una noticia triste para el Guadalajara, club que, pese a conseguir su permanencia deportiva en la Segunda División (es 17º, con 50 puntos), será descendido a Segunda B por la Liga de Fútbol Profesional, debido a problemas administrativos.
La LFP lo expresa así: "El Comité de Disciplina Social de la LFP acordó, el pasado 27 de mayo, imponer al C.D. Guadalajara la sanción de descenso de categoría por la comisión de una infracción muy grave contemplada en el artículo 69.2 b) de los Estatutos Sociales de la LFP. El C.D. Guadalajara incumple los requisitos que dicta la Ley del Deporte y la Comisión Mixta en cuanto a la conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas (SAD). Contra la resolución, cabe recurso ante el Comité Social de Recursos de la LFP y posteriormente ante el Comité Español de Disciplina Deportiva".
Este recurso se producirá y la decisión final podría demorarse ya que el club, según indica su presidente, Germán Retuerta, está dispuesto a llegar al CEDD; pero en cualquier caso, de momento, abre una vía de esperanza para clubes como el Huesca, el Murcia y el Racing. Los tres, que se daban por descendidos, están en zona de descenso precediendo al Xerez, único equipo que no se ha ganado el derecho a soñar ni a ocupar una posible plaza vacante.
Otros clubes como el Mirandés y el Lugo, salvados matemáticamente, podrían tener dificultades similares y sufrir un descenso administrativo. También el Racing, que debido al descenso del Guadalajara tiene opciones de permanencia hasta el final, tendría serios problemas financieros en el caso de salvarse in extremis. Pero la pregunta es: ¿acaso el Xerez no tiene una situación institucional límite como para pensar en ocupar alguno de los puestos que queden libres en la categoría de plata?
Distinto sería el asunto si, al menos, el equipo hubiese mantenido el tipo hasta el final y conservase alguna aspiración pese a no depender de sí mismo. Pero la realidad es que los azulinos sucumbieron demasiado pronto y, por otra parte, tienen demasiados líos en casa como para quedar expectantes. El plantel, de momento, se le desmantelará. Y cualquier capacidad de reacción se ve torpedeada por los problemas burocráticos.
