Marín, un presidente tapón entre dos grandes gerifaltes del fútbol brasileño

José María Marín, detenido hoy por el caso de corrupción en la FIFA, fue un presidente tapón de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) entre el eterno jefe Ricardo Teixeira y el actual hombre fuerte de la entidad, Marco Polo del Nero.

Marín, de 83 años, heredó el cargo de Teixeira en 2012, cuando éste dejó el poder en medio de un escándalo por corrupción y se lo cedió a su sucesor el pasado abril, aunque en Brasil era vox populi que Del Nero tuvo una gran influencia durante este tiempo.
El directivo, de perfil conservador, era uno de los hombres más cercanos a Teixeira, ocupó en los últimos años de su gestión una vicepresidencia de la CBF y ahora ha regresado a esa posición secundaria, lejos de los focos, aunque continúa siendo miembro ejecutivo de la Conmebol y retiene poder en la federación brasileña.
En el tiempo que ha estado al frente de la CBF, Marín se vio envuelto en varias polémicas, una por la compra de una nueva sede para la CBF, cuestionada por su elevado precio y porque, con poca modestia, decidió bautizarla con su propio nombre: José María Marín.
También se le cuestionó, aunque la Justicia no le llegó a investigar, por la divulgación de unas grabaciones en las que parece que Marín reprende a unos socios comerciales por hacer negocios sucios a sus espaldas.
El compadreo con federaciones regionales e internacionales continuó siendo habitual en su gestión, como se hizo evidente cuando la FIFA obligó a directivos de otros países a devolver a la CBF unos relojes de lujo regalados con motivo del Mundial.
Ahora investigado por delitos como montar una organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, en 2012 se apropió de una medalla de oro que debía haber entregado a un jugador del Corinthians tras el principal campeonato juvenil de Brasil.
Dueño de una retórica ampulosa y unos gestos algo trasnochados, heredados de su época de político durante la dictadura, levantó polvaredas por comentarios machistas y otras salidas de tono.
Marín ha sido defensor del inmovilismo en los estamentos del fútbol y se ha enfrentado a los sectores que exigen reformas en las estructuras de poder de la federación y en las competiciones.
En el plano deportivo, despidió al seleccionador Mano Menezes, contratado por Teixeira, y lo sustituyó por Luiz Felipe Scolari, en una decisión muy criticada en Brasil por su conservadurismo.
En su juventud, Marín jugó como delantero en el Sao Paulo en los años 40 y después de retirarse fue abogado y político.
Fue diputado regional en Sao Paulo en los años 70 y gobernador del mismo estado entre 1982 y 1983, cuando militaba en ARENA, el partido oficial más cercano a los militares que gobernaron Brasil entre 1964 y 1985.
Marín es hijo del inmigrante español Joaquín Marín y Umañes, considerado como uno de los introductores del boxeo en Brasil, algo que siempre enorgulleció al dirigente.