El PSG tiene en su mano el triplete

El París Saint-Germain (PSG), actual campeón de la primera división francesa y de la Copa de la Liga, buscará mañana contra el Auxerre, que milita en segunda, redondear la temporada con la Copa de Francia, enfrentamiento que ha agotado ya las 80.000 entradas del Stade de France.

El equipo parisino se clasificó para este encuentro el pasado 8 de abril tras vencer 4-1 al Saint-Etienne en un partido en el que el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic se exhibió con tres de los cuatro tantos del conjunto que dirige Laurent Blanc.
Un día antes había conseguido su pase tras ganar por 1-0 al Guingamp el Auxerre, equipo que no gana esa competición desde 2005, cuando venció por 2-1 al Sedan.
En lo que se presenta como una suerte de "David contra Goliat", se verán las caras una constelación de estrellas fruto del multimillonario proyecto catarí, con jugadores como Thiago Silva o David Luiz, y un club que descendió la pasada temporada y que pese a todo se ha hecho hueco para la final desde una categoría inferior.
Los parisinos llegan a esta cita tras haber logrado el pasado 16 de mayo su tercer título consecutivo en la primera división del campeonato doméstico y con la ambición de traducir ese éxito interno en triunfos internacionales la próxima temporada.
El entrenador del Auxerre, Jean-Luc Vannuchi, es consciente de que no va a ser un encuentro fácil: "Vamos a tener que ser muy sólidos y aprovechar la menor oportunidad, ser muy oportunistas y eficaces. El PSG es uno de los mejores equipos de Europa y posee una calidad técnica fuera de lo normal".
Pero juega con la baza de que sus filas, más modestas, se encuentran casi intactas, a excepción del defensa Jean-Charles Castelletto y del centrocampista Grégoire Lefebvre, con lesiones respectivas en la rodilla y en el brazo.
Entre los parisinos queda confirmada la ausencia del centrocampista argentino Javier Pastore, sancionado el sábado con una tarjeta amarilla y suspendido por la comisión de disciplina de la liga.
Y confirmadas están también sus ganas de Copa: "En todos los grandes equipos se tiene la presión de ganar todo el tiempo. Ganar todos los títulos posibles es muy difícil. Nos falta esta Copa de Francia. El partido del sábado es por eso mismo muy importante. Todo el mundo está motivado para hacer historia", asegura Silva.