Chile jugará contra Alemania y México contra Portugal en Copa Confederaciones
La selección de Chile ha quedado emparejada con la campeona mundial, Alemania, mientras México se enfrentará a la campeona europea, Portugal, en la Copa Confederaciones que se disputará en Rusia del 17 de junio al 2 de julio de 2017.Ignacio Ortega
Según el sorteo celebrado hoy por la FIFA en la ciudad de Kazán, la selección dirigida por Juan Antonio Pizzi jugará contra el conjunto teutón, Australia y el campeón africano, cuya identidad se conocerá en febrero próximo.
Chile, campeón de las últimas dos ediciones de la Copa América, debutará contra el representante africano el 18 de junio en el estadio del Spartak Moscú (Otkrytie).
Su segundo partido le obligará a viajar a Kazán, capital de Tatarstán y casa del Rubín, donde jugará el 22 de junio contra Alemania, campeona en Brasil 2014, pero que cayó en semifinales contra Francia en la pasada Eurocopa.
La Roja regresará a la capital el 25 de junio para enfrentarse a Australia, la campeona de la Copa de Asia.
"Todos los partidos serán complicados. Australia ha mejorado al competir en la Copa de Asia. Y los equipos africanos siempre son fuertes físicamente. Pero si jugamos a nuestro nivel podemos ganarle a cualquiera", señaló Pizzi en rueda de prensa al final del sorteo en la Academia de Tenis de Kazán.
Mientras, el seleccionador alemán, Joachim Löw, aseguró que Chile es un equipo "excelente tácticamente" y que en los dos últimos años ha demostrado que es una de los mejores escuadras del mundo con varios jugadores de gran nivel.
Mientras, la selección mexicana entrenada por Juan Carlos Osorio jugará contra la Portugal de Cristiano Ronaldo; la anfitriona, Rusia, y la cenicienta del torneo, Nueva Zelanda.
El debut del equipo azteca, que se ganó el derecho a competir en la Copa Confederaciones al proclamarse campeón de la Copa de Oro, será contra el conjunto luso el 18 de junio en Kazán.
Los mexicanos se desplazarán el 21 de junio a Sochi, el balneario situado en el mar Negro y lugar de descanso del presidente ruso, Vladímir Putin, y cerrarán su participación el 24 de junio en la capital tártara ante los rusos.
"Tenemos la obligación de traer al mejor equipo posible. Será un gran honor competir contra el campeón europeo. Soy admirador de Fernando Santos", comentó Osorio en rueda de prensa.
Por su parte, el técnico portugués, Fernando Santos, no ahorró elogios para el equipo mexicano, del que recordó que "es el único del grupo que ha ganado una Copa Confederaciones antes" y alabó el trabajo de Osorio.
El partido inaugural enfrentará a los rusos, que fueron apeados en la primera fase del pasado Mundial con el peor resultado de su historia, y a la cenicienta de la competición, Nueva Zelanda.
Las semifinales del torneo se celebrarán el 28 y 29 de junio en Kazán y Sochi, mientras la gran final tendrá lugar en San Petersburgo, en el futuro estadio del Zenit que aún no ha sido inaugurado.
Precisamente, el seleccionador ruso, Stanislav Cherchesov, señaló a Portugal y Chile como los máximos favoritos a la victoria, ya que puso en duda que Alemania vaya a presentar en la Copa Confederaciones su equipo más potente.
El privilegio de recoger las bolas de los bombos correspondió a la doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva, y al futbolista y actual técnico ruso Serguéi Semak.
También estuvo presente en el acto el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien se reunió ayer en el Kremlin con el líder ruso, Vladímir Putin, para abordar los preparativos del torneo, antesala de la Copa Mundial de 2018 que también se disputará en Rusia.
Antes del inicio del sorteo, Infantino adelantó que la FIFA utilizará en el torneo las repeticiones por vídeo para aclarar las jugadas dudosas, como cuando el árbitro duda si el balón rebasó la línea de gol.
En caso de que ese sistema demuestre su fiabilidad a la hora de evitar "errores graves", Infantino aseguró que será utilizado durante la Copa Mundial en 2018.
A su vez, respaldó la idea de ampliar en un futuro el número de equipos que disputan el Mundial hasta los 40-48, aduciendo que a día de hoy el fútbol no se puede limitar exclusivamente a Europa y Latinoamérica.
En estos momentos, el único problema de la organización de la Copa Confederaciones es el estadio de San Petersburgo, que el propio Putin calificó en la reunión con Infantino de "historia muy triste".
Las obras de construcción han estado marcadas por los continuos retrasos, los cambios de planificación y de empresa constructora, la muerte de trabajadores y la malversación de fondos públicos.