Día grande en Rumanía
Marcel Gascón
Bucarest, 5 sep .- La remozada selección española de Robert Moreno buscará ante Rumanía seguir contando sus partidos por victorias en el Estadio Nacional de Bucarest que se vestirá de gala para recibir al líder del grupo F.
Ataviados con banderas tricolores del país, camisetas amarillas y hasta trajes tradicionales rumanos, miles de aficionados comenzaron desde primera hora de la tarde al estadio, que registrará un lleno absoluto tras agotarse las 55.000 localidades disponibles.
Mientras los más impacientes empiezan a ocupar su lugar en las gradas multicolores del estadio, que será una de las doce sedes en otros tantos países de la Eurocopa de 2020, otros seguidores del equipo rumano meriendan en las terrazas aledañas disfrutando del buen tiempo que también se espera para el partido.
Empatados a 7 puntos con Suecia, los rumanos ocupan la segunda posición detrás de España (12) y por delante de Noruega, que es cuarta y tiene 5 puntos.
El partido contra España es crucial para reforzar sus posibilidades de acabar en una de las dos primeras plazas de grupo que dan la clasificación directa al Europeo del año que viene.
Además de a la presión ambiental de una hinchada hambrienta de alegrías tras las continuas decepciones de los últimos años, la selección española deberá imponerse al empuje del joven combinado rumano, que se nutre de hasta siete integrantes de la Rumanía sub 21 que quedó tercera en el Europeo júnior de este verano.
Con jugadores como Isco Alarcón, Marco Asensio y Álvaro Morata de baja, la selección española está obligada a presentar novedades en ataque, donde podría tener continuidad Mikel Oyarzabal, debutar Pablo Sarabia y recuperar su puesto Paco Alcácer tras varias ausencias.
Moreno ha insistido en no avanzar ningún detalle sobre su apuesta para el partido, y ni siquiera ha confirmado que Kepa vaya a repetir como titular en la portería.
La baja de Íñigo Martínez en la defensa obligará al seleccionador a cambiar al acompañante de Sergio Ramos en el centro de la defensa. Mario Hermoso, Diego Llorente y Unai Núñez pueden ser los elegidos para esa posición.
Entretanto, Thiago, Dani Ceballos y Saúl aspiran a acompañar a Sergio Busquets y Dani Parejo en el mediocampo.
Igual de discreto con sus planes para la noche ha sido el seleccionador local, el exinetrnacional rumano del Alavés, Getafe y el Atlético de Madrid, entre otros, Cosmin Contra, que apeló el miércoles al "realismo" para reconocer que firmaría un empate y afirmó que Rumanía solo puede ganar si hace un "partido perfecto".
Según los pronósticos de la prensa rumana, que también especula con el sistema que utilizará Contra para intentar sorprender a España, el nuevo delantero del Reading británico, George Puscas, que fue una de las sensaciones del Europeo sub 21, será la gran baza de Rumanía en ataque.
Más allá de lo estrictamente deportivo, España -que no ha ganado nunca en terreno rumano- podría verse afectada por el estado del césped, que se levantó constantemente durante el entrenamiento oficial del día antes del partido pese a haber sido instalado recientemente.
El terreno de juego del Estadio Nacional fue cambiado a finales de agosto después de que acogiera el mes pasado dos conciertos multitudinarios de Ed Sheeran y Metallica.
El ayuntamiento de Bucarest asegura que se ha gastó 240.000 euros en el nuevo césped, que, al igual que los dos equipos, vivirá una prueba de fuego esta noche bajo el atento escrutinio de millones de espectadores.
El partido de esta noche también estará marcado por las dos tragedias recientes que han golpeado al deporte español.
Por un lado, los dos equipos guardarán un minuto de silencio por el fallecimiento, debido a una grave enfermedad, de la hija del exseleccionador Luis Enrique Martínez.
Presente en el recuerdo de la selección estará también la exesquiadora y medallista olímpica española Blanca Fernández Ochoa, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado esta semana después de su desaparición y por quien el equipo español guardó un minuto de silencio en el entrenamiento del miércoles.