Derrota de un digno Athletic ante un Madrid objetivamente superior
Asís Martín III BilbaoEl Athletic ha cosechado su séptima derrota en San Mamés en la presente temporada, en este caso por 0-3 ante el Real Madrid con goles de Ronaldo (2) e Higuain. Acosado por las bajas el equipo de Bielsa se ha mostrado digno pero sin la capacidad suficiente para aspirar a crearle problemas a un rival que está en otra dimensión hoy en día.
El balón parado le ha bastado a un Madrid reservón para llevárse la victoria un año más de la Catedral, con una falta y un cabezazo de la estrella menos soportable del panorama futbolístico mundial, Cristiano Ronaldo.
Al menos la virtud más interesante es que el equipo de Bielsa, con múltiples ausencias, se ha esforzado, ha botado siete córners, ha tenido un par de ocasiones buenas, pero objetivamente no tenía armas en este duelo entre una frágil trainera frente a un trasatlántico del fútbol mundial. Valga el dato de que el Athletic ha cosechado una victoria y 17 derrotas en sus 18 últimos partidos contra el Madrid, con 12 goles a favor y 56 en contra... Con estos presupuestos televisivos es lo que hay.
La liga de los bilbaínos es otra y habrá que quedarse con detalles como el buen trabajo de Jonás, pese a lógicos despistes, cosas de Herrera, de Muniain... que habrá que aprovechar por ejemplo en la salida a A Corunha el próximo domingo. Allí sí que hay que puntuar.
Los augurios previos al partido no podían ser más funestos con la sensación general de que hoy nohaytutía. Unos preveían un destrozo por las importantes bajas, pero aún así otros veían una rendija por la 'décima' de las entretelas... Lo cierto es que La Catedral presentaba un aspecto magnífico para su último Clásico, con recuerdo incluído para Iñigo Cabacas de Herri Norte y capitanía de Llorente.
Pero parece que en el minuto 2 quedó claro que los merengues venían a ganar y que Teixeira Vitienes, con su silbato, tiene tanto peligro como Ronaldo con su bota.
El árbitro cántabro se comería más adelante un penalti a Susaeta estando a distancia de mesa de billar de la jugada... Pero de entrada una falta inexistente de Herrera fue aprovechada por el crack luso, con algo de colaboración de Iraizoz, para abrir el marcador y echar más que agua fría, ácido sulfúrico al ánimo rojiblanco. ¡Menudo inicio!
Lo peor, dentro de los mil ardores que produjo el gol, es que podía permitirle a los blancos jugar a la contra, arma que les ha dado fama mundial con el técnico portugués, que al Athletic le tiene especialmente torturado. Mucho hándicap para unos leones que perdiendo encima acentuaban su actual anemía para generar ocasiones de gol. Ni tocando por dentro ni por fuera, ya que Iturraspe estaba desacertadísimo en todas sus decisiones, a pesar de las toneldas de sudor que se dejaban los de Bielsa.
Hubo que esperar al minuto 20 para que un robo de balón permitiera a Susaeta probar a Diego López. Fue un electroshock ya que se vivieron momentos de verdadero acoso a la defensa blanca, a veces frustrados por un exceso de floritura y taconazos. Pero por fin se llegaba, se aprovechaban espacios, destacando la progresión de un Jonás Ramalho para nada intimidado por cubrir a Ronaldo. El defensa de Lamiako cruzaba la medular con una soltura inhabitual hasta la fecha en sus comparecencias en la primera plantilla.
El equipo hacía surgir chispas y contagiaba a la grada. ¿El problema? El último pase. Pese a que Herrera derrochó talento no había manera de que ni él ni Ibai o Muniain pusieran un balón en condiciones a Llorente, quien ya se sabe que no está en condición física ni anímica para desbordar defensas en batallas individuales. Y para una vez que tumbó a Pepe se le pitaba falta.
En el otro área Di María pudo sentenciar en el 42 superando en la marca individual a San José con un simple pase de Ramos, para un posterior obús que rompía el travesaño. Eso dentro de lo poco que hicieron los merengues en el primer tiempo, ya que en nada fueron superiores a los bilbaínos. Pero aún así, un gol y un larguero es el plus que te da tener una plantilla de casi 500 kilos de presupuesto.
La segunda parte, sin cambios, empezaba como un tiro con la adrenalina extra que generó la chulería de Ronaldo empeñado en sacar de sus casillas a todo el mundo sin que el colegiado se atreviera a tomar medidas disciplinarias. Eso encendía el ambiente y Gorka se contagió con un par de buenas intervenciones, porque los latigazos de los de Mourinho están garantizados, o en el caso de Muniain, que dejó momentos que recordaron al del pasado curso.
Cuando el partido estaba estabilizado, y el Athletic al menos forzaba córners (sin rédito ninguno eso sí), Ronaldo enchufó de cabeza el 0-2 superando en el salto a un Jonás demasiado centrado en empujarse con el killer, que firmaba su décimo gol a los leones desde que está en la Liga.
Ese tanto ya acabó con cualquier esperanza e Higuain recién salido metía el tercero completamente solo en un error de Ekiza al tirar la línea. Era el 0-3 mismo de los últimos años en este partido que ya obligó a firmar la paz, mover el banquillo y por lo menos ver de nuevo al centrocampista portugalujo Erik Morán, uno de los cachorros con más tufo a primer equipo del filial del Cuco Ziganda.
La recta final tan solo sirvió para eso y para contemplar que Llorente sigue hecho un fiambre futbolístico, con lo que uno piensa en la que le viene encima en Italia, porque su forma hoy día no le da ni para jugar en Segunda División. En resumen, el tercer 0-3 consecutivo ante los chicos de Mou, y a pensar en Galicia, que ahí sí que habrá que batirse el cobre con un rival directo que lleva cuatro victorias consecutivas.