Aduriz se gana "una comida" por los goles repartidos ante el Valladolid

Aritz Aduriz no pudo aumentar su cuenta de goles particular en la remontada del Athletic sobre el Valladolid en San Mamés. Pero se ganó la invitación a "una comida o algo" por parte de uno de sus compañeros en señal de agradecimiento por su labor como asistente. Tuvo un papel clave en los tres primeros tantos rojiblancos.
"Me ha visto bien y me la ha regalado, ¡para eso somos amigos!", comentaba De Marcos, antes de añadir que "ya le pagaré una comida o algo". El donostiarra, no en vano, le había servido en bandeja el 2-1, el gol que daba la vuelta al marcador, al cederle la pelota con la testa tras un gran centro de Ibai desde la izquierda. Asistencia de lujo. 
Aduriz también participó en los dos tantos del de Santutxu. En el primero, el del empate, conectó un fuerte disparo desde la frontal que no pudo atrapar Mariño, Ibai recogió el rechace, se acomodó la pelota y cruzó el disparo fuera del alcance del portero pucelano.
En el segundo del bilbaíno, tercero en la cuenta del equipo, el ariete donostiarra hizo un control magistral en un pelotazo de Iraizoz, vio el desmarque de Ibai, se la dio y este se coló en el corazón del área con un buen cambio de ritmo para marcar el gol de la tranquilidad.
La principal referencia ofensiva del equipo rojiblanco no marcó, pero generó goles. Concretamente tres. Y pudieron ser dos más. A los tres minutos de la reanudación, se sacó un gran disparo y de nuevo Ibai estuvo a punto de marcar en el rechace. Lo evitó la estirada de Mariño. Dos minutos después, asistió de tacón a Iraola, pero el chut del lateral fue repelido por el entonado portero.