El Athletic cae en Genk y jugará dos finales en San Mamés
-
Iker Muniain alcanza sus 50 entorchados en Europa
-
El Sassuolo rompe la dinámica del grupo en Viena
-
Valverde: "La clave fue el primer tiempo, jugamos muy mal"
Se jugaba mucho el Athletic Club este jueves en su tercer partido del Grupo F de la UEFA Europa League disputado en tierras belgas. A los de Ernesto Valverde les hacía falta la victoria ante el veinteañero KRC Genk para poner orden en un grupo en el que todos ganaban en casa, y lo que han conseguido en el Luminus Arena no es más que otra derrota, en este caso por (2-0), que le obliga como colista con un average de (-5) a ganar los dos partidos de San Mamés y, veremos si a puntuar o incluso a vencer en Viena en diciembre para estar en 1/16's.
Los goles de Brabec y Ndidi han castigado la falta de intensidad de un equipo a años luz del que vieramos en el derbi, sin duda muy lejano al que esperabamos tras los mensajes previos de concentración del mister de Viandar de la Vera. Queda por ver además el estado de Balenziaga, que "no se encontraba bien", el esguince de Aduriz, y, sobre todo, el de Yeray que salía en camilla con otro esguince de tobillo.
Y es que el Txingurri había dejado clara encima la importancia del choque con un once de absolutas garantías, que llevaba incorporada toda la artillería pesada que tenía disponible a su alcance, habida cuenta de las bajas de Óscar De Marcos, Beñat, Eneko Bóveda y Kepa, todos ellos lesionados y aún recuperándose en Bilbao. No sirvió para nada, casi como en Italia.
Era conocido que el jovencísimo Genk de Peter Maes es un equipo con desparpajo. A los 3 minutos obligaron a Iago a echarse a los pies de Buffel tras un gran pase del habilidoso Pozuelo, el ex Betis y Rayo es la brújula de los 'smurfs', a la espalda de los hoy verdes centrales bilbainos. Los belgas la tocaban con Susic, presionaban arriba, apretaban la salida de balón, por lo que los leones, listos, optaron por jugar en largo hacia la cabeza de Aduriz y las carreras de Williams, ya que espacios les dejaban de sobra.
Y bien que se iban a buscar, ante la alegría con que subían los locales al ataque. Fue Raúl el primero en disparar entre los tres palos. Luego en el 12' la pelota se le iba por un pelo arriba a Aduriz tras un envio magistral de Iturraspe; el Athletic, con Yeray imperial en los cruces ante posibles contras, se había hecho con el control del juego buscando en ataque la banda derecha sobre todo. Incluso a Aritz se le anulaba un gol en el 21' por fuera de juego que, por poco, pero sí fue.
El problema es que iba a perder intensidad. Un error de Laporte, en el 27', permitía a Susic volver a probar fortuna en área bilbaína cuando el choque parecía haber llegado a un punto de equilibrio. Era la única forma de que ocurriera algo, porque el ritmo había decaído, el Genk se lo pensaba y el Athletic parecía estar peligrosamente cómodo esperando su opción. Y ya se sabe, que cuando sesteas la comida se te puede subir con acidez del estómago.
En medio de una parsimonía excesiva, Brabec marcaba con el muslo a puerta vacía en el 40' tras una larga jugada en la que, primero Lekue no despejó con garra, y en la que luego nadie peleó el rechace de Iago a tiro del incordión Bailey.
Parecía el cuento de cada día en esta campaña. Sin hacer excesivos deméritos una vez más tocaba remontar un marcador adverso en la segunda mitad, periodo que comenzaba con la entrada de Enric Saborit por un tocado Balenziaga, quien de todas formas estará sancionado en el Bernabéu, y con una incomprensible agresión de Aduriz a Buffel. Rodillazo que, más allá de sus batallitas previas, tan solo se salvaba de la roja al no verle el sexteto arbitral. Totalmente fuera de lugar.
Con el Genk cediendo terreno a los de Valverde les faltaba una marcha más para romper las líneas defensivas. Con un movimiento tan lento de banda a banda era imposible buscar rendijas, con el peligro además que tenían en una posible contra balas como Bailey o Karelis. El mismo Pozuelo obligaba a Herrerín a hacer un paradón en el 67', tras el único lunar de Yeray, con un tiro envenenado desde la frontal del área.
Tuvo que resurgir un apagado Muniain, con un desborde marca de la casa, para fabricar una buena ocasión de San José que acababa en córner. Para el último arreón el Txingurri metía a Susaeta y Elustondo por Williams (enfadado) y el propio Mikel en la búsqueda al menos del empate. Susa incluso lo intentaba nada más entrar con un fuerte disparo que cogió vuelo.
Pero fue un fuego de artificio, Ndidi, autor de un gran partido enchufaba un obús en la meta de Iago tras pillar un rechace en la frontal. Otro Sassuolazo en un partido en el que se acababa con 10 tras la lesión de Yeray a botas del jamaicano Bailey, de largo el mejor león del partido junto al meta de Basurto, todo en una noche aciaga.
Bailey, Elustondo y Raúl García buscaron el gol en un descuento de 5 minutos que dio casi más juego que el partido entero. Pero no hubo más novedad que el cabreo por la segunda derrota en tres partidos en un grupo que, a priori, parecía asequible. En el otro choque el Rapid y el Sassuolo empataban a uno en campo austriaco.
Y el domingo la visita al Santiago Bernabéu
Tras la tortuosa visita a Bélgica este domingo hay que cerrar una semana de esas de pijama y orinal, nada menos que con la visita al Real Madrid de Zidane en el Santiago Bernabéu. No estará fácil sumar, pero ¿quién dijo miedo? Pero que este jueves es difícil que se juegue. Y más vale, o te traes un saco...
Estas son las reflexiones de Ernesto Valverde tras la derrota del @AthleticClub en Bélgica #beINUEL https://t.co/SSR0KZqLLL
— beIN SPORTS ESPAÑA (@beINSPORTSes) 20 de octubre de 2016