Cuando en Madrid baila la lluvia en la calle
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Como, casi, siempre rezando a San Mamés
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Ziganda: "Hemos venido con intención de ganar e iremos a San Mamés igual"
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Primer gol europeo de Aymeric Laporte
Lo tuyo, Jon Rivas, venía de largo. Tienes un currículo que, si redactaras en francés, provocaría el 'síndrome de Meniere' al mismísimo director del prestigioso L'Equipe. O quizás, de leer tanto 'Tour' por ti 'cronificado, los redactores jefes deportivos del rotativo galo hayan tenido que ir pidiendo bajas al son que tú les marcabas, provocando tantas arritmias como pedaladas se veían obligados a dar los 'grimpeurs' cuando el Pirinieo, encabronado, se encabritaba el muy cabrón.
Eres de mi quinta. Ambos, 'niños de la guerra' en la vanguardia de los 'ejércitos' de Periodismo y Medicina (hay historiadores que sostienen que aquellas enconadas disputas no eran sino los 'últimos coletazos' de las "Guerras Medicas"), en el escenario de batalla que era aquel Campus de 'Lejona' del '77', con arquitectura más propia de un campo de concentración de la Europa del Este que la de una Universidad erigida por esos diplomados vascos capaces de la familia que dirige los designios del Athletic Club.
Unos meses, no más, yo nací antes, pero desde ese momento en el que a ti te dio por blandir pluma de ganso empapada de tinta china, desde ese instante, decía, cuando comenzaste a tocar el alma del lector con tu sensible escritura, entonces, dígase alto y bien claro, el tiempo se detuvo para que diera comienzo el 'después'. Un después tan intenso como incesante. Caballo alado y al galope, Pegaso y Bucéfalo en hipódromo y a cielo abierto. Había que leerte para saber de tus hazañas. Leerte desbocado, ojos que tiritan como si fueran gargantas tragando saliva, se trata de disfrutar, y no morir en el intento, empresa harto difícil, hacer un alto en el partido para acercarse a la banda y decirle con ansia al utillero: "Demetrio, tengo sed"... Venía 'de largo' lo tuyo, decía, como a modo de un comienzo al que, lo confieso, no termimo de dar rienda suelta para que esta carta se encamine por una senda en la que se atisbe un final. 'De largo'. Pero, sin embargo, ventajas que conlleva que lo que uno redacta en solitario sea leído por una masa ingente, te han pedido que te 'vistas de corto', ¡del Athletic y a tus tus años!, para que a la hora de los desayunos, la gente unte el churro en tu magnífico discurso en vez de en el ardiente y espeso chocolate, el zumo de naranja se derrama, la clientela se excita, pierde el juicio el que nunca lo tuvo o si un día fue suyo en la prórroga lo perdió, grita Diego en la villa de María.
Pero nadie le hace caso, todo es un caos mañanero, querido Jon Rivas, y todo por ti, por sentirte más futbolista del Athletic que nunca y tu sentimiento trasladarlo al papel, saber hacerlo no es tarea fácil, y más complicada se vuelve si del periodista se espera que lo mismo que cuando escribe está sintiendo le haga sentir a la persona que lee lo que de su mente brota, borremos mente, digamos alma, como del alma hablaba el bueno, bueno, si, en el mejor sentido de la palabra bueno era y es el bueno de Joaquín Caparros, utrerano, sevillano, andaluz...
¡si supieras lo mucho que te echo de menos!... a ti, técnico a jornada sin partir en la 'Ciudad Deportiva' de Lezama, y, sobre todo, a esa "sangre rojiblanca que me hierve en las venas", arterias, corazón, ¡corazón herido!... Herido está mi corazón a estas horas de la noche en las que te escribo a corazón abierto. ¡Ah, estoy en Madrid!, sea dicho, no en vano el lugar en el que me hallo y desde el que te escribo ha tenido, tiene y tendrá mucho que decir en lo que de vida le quede a esta carta en la que, mientras la dibujo, no me paro a pensar si son finos o gruesos los trazos que se consiguen con el pincel que me fue prestado, como prestados son todos los pinceles de los que uno se sirve cuando se halla en Madrid, de su Portugalete tan lejos, y a estas horas, aquí, en esta coqueta habitación de un hotel muy 'cuco' que ha no mucho fuera pensión de cuando la guerra, Madrid, kilómetro cero.... Venía del 'Princesa', ¿cine?... ¿teatro?... ¿museo?... ¿cafetería?... ¿restaurante Michelin de cinco estrellas?... Ni a la quinta la vencida. Digamos que 'venía', para que ese 'alicate' que a Asís Martín le pide mi cabeza, o que, magnánimo el anónimo, me invita a... "vete a tu Palencia querida y dedícate allí a contar ovejas", un paroncito, un descanso, una sugerencia: ¡escarba en Wikipedia... y entenderás que a los pies del Espiguete y Curavacas no hay ovejas, ni lugareños pastoreándolas: Fuentes Carrionas es piedra, roca, granito que el liquen verdea... y la inquietante quietud de las aguas del Pozo Curavacas...
Perdona, Jon Rivas, "venía", te decía, "venía".... Callejeando Madrid en busca de mi posada en el barrio de Malasaña... Gotas, finas y pocas, del cielo caían, todas sobre mi testa, más que por mojar y 'joderme', a modo de serio aviso: ¿Cuál era, empero, el mensaje de las gotas?... Y de seguido entendí que no era el entendimiento lo que estaba en juego en ese ir y venir desde el reparador 'Princesa' hacia el 'Flat5', hotel, 'cuco' hotel (¡Cuco, Cuco!... ¡Cuco, Cuco!)... sino el ir atando cabos con gestos, cuentas de un rosario que Narciso, Toribia y Licesia rezan a la par que el sacerdote lo hace desde la Basílica de Begoña.
Santo lugar, sitio sagrado al que la plantilla del Athletic, a pesar de los pesares, sigue yendo temporada a temporada, últimamente más para pedir y rogar que a modo de ofrenda, poco, más bien nada, hay que festejar desde ese maldito momento en el que una mortecina luz se encendió en la conciencia de un presidente que se hallaba (no encuentro otra explicación) notablemente 'perjudicado' debido al 'topa-topa' que provocan las copas de champán cuando se brinda por la bobalicona sonrisa de 'Marijaia': 'Cuco' Ziganda, presidente: ¡Menuda faena gorda le has hecho al 'nueve' que otrora encendía la grada y ha no mucho daba a luz camadas de virtuosos leones!... Cabos. Cuentas. Lo primero que me vino a la mente fue 'Doctor Deseo' ('doctor': viniendo del 'Princesa'...), Francis cantando "Baila la lluvia en la calle / domingo tarde en Bilbao"...Ni era domingo ni el escenario de mi recorrido, Bilbao. Lunes y no Poza ni Felipe Serrate. "Pródigos de San Mames". Acaba de aparecer 'El Correo' de la mano de Jon Uriarte. Jaime Ugarte cohabita con el Oso y el Madroño, con Saturno y Cibeles, y hay quien dice que lleva a los 'guiris' a hacerse fotos a la Puerta de Alcalá. Está en la 'capi' el 'leon de Sestao', pero "muy ajetreado, Kuitxi", ¿Nos vemos en la 'próxima caricatura'?... "Nos vemos, y de paso le bajamos a Jose Iragorri del Cielo"
Atacado por los 'elementos', les hice frente con un 'chute' de Youtube: "¿Por qué somos del Athletic?"... "Gu, ere bai, harro; gu, ere bai, harrobi"... Para terminar escuchando a Francis, el 'doctor que mejor cura la falta de deseo de los futbolistas de Ziganda', a través de los oídos, inundándome de la lluvia de Bilbao en la tarde madrileña, y en esas que creo ver cómo la gente del 'foro' se queda pasmada viendo cómo amago en solitaria kalejira: "BAILA LA LLUVIA EN LA CALLE... HAY UN SOL HECHO DE SUEÑOS... ES LA GRADA EN SAN MAMES"... No podía más, del todo imposible: rompí a llorar...porque me llegué a creer que yo era "ese chaval en cuya mirada se refleja toda la grandeza de este fiero club"...De seguido, fruto de la riada, mis ideas se desbordaron, y pude, por fin, saber cuál era ese puerto al que quería llegar y tanto se me resistía: ¡ERAS TÚ, JON RIVAS!... Era, en concreto, ese último artículo tuyo que con motivo de la debacle del Pizjuan escribiste, el mismo que el día 4 de febrero, el diario 'El Correo' tuvo la finura de publicar para que... para que... para que... ¡para que los cobardes tomaran ejemplo!... Lo titulaste "IDEAS DE BOMBERO", lo que ya de por sí nos da una certera idea sobre la dirección que tomarán los tiros cuando con tus pies de niño periodista empieces a disparar... ¡a tu propia portería!... ¿Pero es que este Jon Rivas se ha vuelto loco o que?... De loco, nada. Más cuerdo que nunca. Más atinado y sutil que en tus mejores tardes de aquel viejo San Mamés al que, seguro estoy, acudías hora y media antes del partido para que los gigantones no te impidieran ver de cerca, apoyado sobre la 'General Sentada', las evoluciones de aquellos tus héroes, como héroes míos también eran, y tan orgulloso y henchido de gozo cogía el tren en Olabeaga para llegarme a Portugalete luego de apearme en la estación de La Canilla...
Héroes, Jon Rivas, quiénes... y nuestro Athletic memorizado (Iribar; Sáez, Etxeberria, Aranguren; Igartua...) porque, por entonces, compañero, la letra del Athletic nos entraba con la sangre, esa que es roja pero blanca, blanca pero roja, con la sangre, por la sangre, con y por, dos preposiciones y una sola proposición: ¡la del orgullo!...Y es por ello que, luego de tanta sangre derramada, al rememorar tu último artículo (ése, éste, este que, mientras ahora te escribo, reposa abierto sobre el edredón rojo y la sábana blanca de la cama desde la que, buscando el guerrero que soy reposo)... ha sido llegar al 'Flat5' y releerlo para detenerme dos veces y no más. Y es que, a pesar del título y lo que con su elección buscabas, lo que, tras el ajetreo del tamiz, en mi cosecha del 58 ha dejado poso han sido esos dos pasajes tan humorísticos e irónicos como rotundos e hirientes (¡había que disparar, y herir, esta vez, sí, y tú lo sabías, Jon Rivas, disparar y herir hasta la muerte porque...entre ellos y el Athletic, el que no sepa escoger es que al Athletic ni quiere ni siente, y con respecto a 'venerar', acertaría el que en este momento guardara para sí un minuto de silencio)... "Si no fuera porque cobran un considerable salario -pedazo contratos- por hacer su tarea, me podrían llegar a dar pena futbolistas tan desmotivados como Vesga, Iturraspe o San José, tres almas atribuladas, paseándose por el césped durante 45 minutos, como si aquello no fuera con ellos, dando la sensación de que su trabajo no les gusta nada, que habrían sido más felices en su vida siendo mecánicos torneros, o conduciendo una calesita por el parque de María Luisa"...
Podría condensar, resumir, convertir el final de esta carta abierta en una suerte de reportaje de citas, pero no, lo que dices, a pesar de que te sirves de una alegoría tan humorística como lograda, es tan serio que he optado por el respeto íntegro de la literalidad a fin de que tus lectores alcancen a comprender el delictivo comportamiento de unos deportistas que se dedican a regodearse con 'nuestro yo' más profundo... "Tres centrocampistas, tres, y todos ellos para el desguace; escondidos en alguna cueva, con los seguidores del Athletic mostrando su alarma por la desaparición y pidiendo la colaboración de las fuerzas de seguridad para su búsqueda; pegando carteles con sus caras en las farolas. "La última vez que se les vio, estaban haciéndose una fotografía con sus compañeros, y cuando silbó el arbitro no se les volvió a ver. Vestían los tres camiseta roja y blanca, pantalón corto negro y medias rojas. Rogamos a quienes les hayan localizado que avisen al Athletic Club, en Bilbao. Se recompensará".
Si coincidimos a la hora de entender que los futbolistas que esta temporada visten la camiseta del primer equipo masculino que 'oficia' en 'La Catedral' no hacen, partido a partido, otra cosa que no sea poner en valor lo más puro que atesora el ser humano que es y se siente 'Athletic', les confieso que los dos extractos del periodista Jon Rivas que he rescatado de la quema forman parte de ese artículo que yo pretendía escribir y no encontraba el momento; o de ese otro que desde que 'el horror' comenzó siempre quise escribir pero nunca me alcanzó el talento, o la imaginación, de un periodista que se viste por los pies.
O sea: medias rojas, pantalón negro, camiseta rojiblanca a franjas verticales. Y el brazalete de capitán. Te lo mereces, Jon Rivas. AGUR BERO BAT!
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes.