Diego Pablo y Giuliano Simeone, del Calderón a San Mamés: tres imágenes con mucha historia
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Giuliano disfrutó de sus primeros minutos del curso en Bilbao
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Para el recuerdo, aquellas imágenes con su padre en el Calderón
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Giuliano Simeone jugó este sábado sus primeros minutos como jugador del primer equipo del Atlético de Madrid. Ya había debutado hace un par de años en un duelo ante el Granada CF, pero sin duda el partido de San Mamés quedará en el recuerdo para el delantero. Y para su padre, claro, un Diego Pablo Simeone que le dio la oportunidad desde la banda... 20 años después de aquella imagen con su hijo en el Vicente Calderón.
Y es que este redebut ha servido para recordar el paso del tiempo y de la vida y el crecimiento del pequeño Giuliano, el menor de los tres hijos del Cholo.
En noviembre de 2004, Diego Pablo se marchó del Atlético de Madrid y se despidió de la hinchada del Vicente Calderón emocionado. Aquel día, llevaba a su hijo Giuliano en sus brazos, con pelo rubio, con unas greñas propias de la época y con una camiseta rojiblanca. Ni tenía ni dos añitos y era difícil imaginar lo que estaba por venir 20 años después.
Mucho antes, en diciembre de 2011, el Cholo llegó al banquillo del Calderón sustituyendo a Gregorio Manzano, el penúltimo entrenador del Atlético hasta la fecha. Ahí arrancó una época gloriosa en la historia de la entidad colchonera. Y durante esos primeros años, también se pudo ver a Giuliano haciendo de recogepelotas en el Manzanares y abrazándose con su padre en más de una ocasión para celebrar los goles.
Giuliano Simeone, una vida en rojiblanco
Giuliano creció, como crecemos todos en este mundo. Fue dando pasos en la Academia del Atlético, fue creciendo como futbolista. Rindió a un gran nivel en el filial y llegó a debutar con el primer equipo del Atlético en abril de 2022, en un duelo liguero ante el Granada.
El delantero se ganó una oportunidad en Segunda jugando cedido en el Real Zaragoza, donde también dejó buenas sensaciones. De ahí dio el salto a Primera, cedido a un Alavés donde sufrió una dura lesión en pretemporada. Aún así, se ganó la confianza de Luis García Plaza y acabó el curso como titular.
Este verano se ganó una plaza en los Juegos Olímpicos. Por entonces, todo apuntaba a que repetiría cesión en el Alavés, pero finalmente Diego Pablo apostó por la continuidad de su hijo. Giuliano no jugó en las tres primeras jornadas, pero tuvo sus primeros minutos en el duelo ante el Athletic. Un paso más en su aún corta carrera que deja otra imagen emblemática con su padre.
Qué bonita la historia de Giuliano.