Literalmente, un nuevo Cádiz

Aún no ha llegado el verano, pero el segundo proyecto de Sinergy en el Cádiz ya ha echado a andar. Es una de las cosas que Alessandro Gaucci tanto demandaba, el tiempo. Ahora tiene todo el del mundo para confeccionar un plantel nuevo; una expresión que, en este caso, puede tomarse al pie de la letra.

Y es que tan desastrosa ha sido la temporada el conjunto amarillo, la peor de su historia en Segunda B en lo que a la clasificación se refiere, que el club tiene pensada una renovación realmente amplia del plantel. De hecho, de los jugadores que cumplen contrato el 30 de junio sólo la renovación de Josete se ha producido (el Cádiz envió a su agente un documento para hacer efectiva su ampliación) y únicamente Luque y Peragón parecen tener opciones de continuar en Carranza. A otros como Aulestia, Moke o Albentosa el club ya le ha manifestado su intención de no renovarles. Y además, se le busca destino a jugadores cuya vinculación está vigente, pero que no entran en los planes para el curso venidero. Adrián Gallardo es un caso, pero ni mucho menos el único.
La reestructuración es total. El Cádiz busca hacer una limpia para ilusionar a su afición y buscar, ya renovado, el ansiado ascenso de categoría. Eso es mucho hablar por el momento, pero es el único objetivo válido, vociferado además abiertamente por los dirigentes de la entidad. De hecho, es esa ambición en la que Gaucci sustenta su plan, sabedor de que la grada no acepta medias tintas a estas alturas. Y menos justo antes de iniciar su segunda aventura.
En teoría cuanta más planificación, menos riesgo. Con esa idea trabaja el Cádiz, que hace un rastreo en busca de jugadores que sean capaces de formar una plantilla competitiva que luche por acabar en zona de play off y dar el salto a Segunda. La continuidad de Agné está cerca de confirmarse oficialmente y aunque aún se recuerda el mensaje con el que el técnico dejaba claro que su intención era tomar el control en el diseño del equipo, Gaucci no ha dudado en restarle peso y afirmar que será él quien decida en última instancia.
Este conflicto, si es que puede llamarse así, se entiende mejor viendo la respuesta de sorpresa de jugadores a los que Agné había prometido renovar si seguía en el club (como Aulestia) pero que finalmente, por decisión de la secretaría técnica (de Gaucci, básicamente), no continuarán.
Independientemente de quién lleve la voz cantante, debe producirse una lógica sintonía para hacer, de manera literal, un nuevo Cádiz, que es lo que todos quieren. La esperanza es que el cambio, esta vez, sea para mejor.