El Cádiz, con el viento a favor
El Cádiz sumó la segunda victoria consecutiva superando al Tenerife en un partido serio en el que golpeó con dos goles en la segunda mitad. Fue superior en líneas generales y toma el buen camino en un momento fundamental de la temporada.
El partido empezó con susto porque en la primera llegada del Tenerife se produjo una clara ocasión de los visitantes con un disparo de Suso que tuvo que mandar Cifuentes a córner. Era un partido muy movido desde el inicio y cualquier robo de balón se convertía en una salida veloz hacia cualquiera de las dos áreas.
El viento pegaba fuerte y los equipos raseaban el balón para esquivarlo de la mejor manera. El Cádiz estaba muy enchufado desde el inicio y presionaba arriba con un Querol muy activo. Nadie especulaba y era muy entretenido para el espectador, aunque en el primer cuarto de hora el equipo cadista no creó ninguna ocasión clara.
Creaba peligro con las faltas laterales de Aketxe y en un lanzamiento del vasco el balón acabó en el larguero por el remate involuntario de un defensor del Tenerife. era el minuto 18 y se veía que lo más peligroso lo firmaba Machís en la banda izquierda por su capacidad de desequilibrio. En los canarios era Borja Lasso el que ofrecía chispazos de calidad.
Cuando el balón lo tenía el equipo de Oltra el Cádiz sufría porque era un equipo con recursos y provocaba inquietud. Jorge Sáenz cabeceó un córner lanzado por Milla y obligó a Cifuentes a emplearse. No era un partido cerrado, pero el Cádiz le estaba costando plantarse en el área si no era a balón parado. La primera clara fue un remate de Lekic que se marchó fuera por muy poco que se inició con una gran jugada de Correa y que siguió con un gran centro de Querol.
El Tenerife tenía paciencia para hacer posesiones largas. El objetivo número uno era no perder balones para no dar pie a las contras del Cádiz y en la primera media hora lo estaba consiguiendo. A los de Cervera no les molestaba que el balón lo tuviera el rival, pero pasaban los minutos y se echaba de menos un mayor protagonismo de los amarillos en el partido.
En los últimos minutos del primer partido el dominio pasó al lado amarillo, pero el Tenerife aparte de tener jugadores bien dotados técnicamente también contaba con un funcionamiento defensivo solidario y era complicado encontrar huecos en su zaga. Los unos anularon a los otros y el primer tiempo terminó sin goles. Antes Darwin Machís reclamó un penalti en una internada en la que Sáenz le puso la mano en el hombro y lo derribó.
La segunda parte comenzó del mejor modo posible. En un saque de banda llegó un sorprendente gol de Edu Ramos en una acción en la que parecía que iba a centrar, pero el balón hizo un extraño por el viento y superó a Dani Hernández. A partir de ese momento de nuevo fue el conjunto canario el que llevó el peso y el Cádiz, claro está, esperaba su momento con mucha más tranquilidad al verse por delante en el marcador.
Cervera buscó más velocidad a la contra metiendo a Salvi por Lekic en el minuto 53. Querol quedaba en punta y había que conseguir que el balón le llegara más a Machís, algo desconectado del juego en la segunda mitad. El venezolano apareció en el minuto 63, pero su disparo con la zurda se le marchó alto. Con la entrada de Jairo por Aketxe, Machís pasó a jugar por dentro.
Cuando quedaban 20 minutos el partido estaba donde quería el Cádiz porque el Tenerife estaba muy afectado por el tanto recibido y no era capaz de crear ocasiones en busca del empate. Pero había inquietud porque los tinerfeños tenían gente de calidad y estaba el recuerdo del empate de Malbasic en el tramo final del partido de la pasada campaña, que terminó evitando que los amarillos entraran en el play off.
Sin embargo, el que golpeó de nuevo fue el Cádiz. En una buena contra enlazó Machís con Salvi y el centro de éste lo remató Jairo en el área pequeña para poner más distancia en el marcador. Ya fue la puntilla para un rival muy tocado por su mala temporada y ahí el equipo de Cervera disfrutó con algunas contras de libro. Salvi estuvo a punto de marcar en el minuto 73 tras un gran centro de Jairo.
Para colmo, el Tenerife se quedaba con uno menos por la expulsión de Naranjo, que se dedicó a protestar más que a jugar en los pocos minutos que llevaba en el campo. Cuando quedaban dos minutos se produjo un gol anulado a Machís por fuera de juego y el venezolano tuvo otra clara ya con el tiempo casi cumplido, pero cruzó el balón en exceso. Dani Hernández le impidió el gol a Machís en otra clara ocasión. Fue el final de un equipo que vuelve a tomar la dinámica positiva.
