El primer partido sin Aspas, el primer aviso

Es imposible saber que hubiese sucedido con Aspas en el campo, pero lo cierto es que el Celta dejó mucho que desear en su estreno, puso ganas, lo intentó hasta el final, pero perdió ante un Athletic que llegaba en descenso. Se puede hablar de Aspas, pero quizás la baja que más notó el Celta fue la de Costas, su sustituto, Cabral, cuajó un partido horrendo siendo protagonista en los dos tantos bilbainos. Este partido es el primer aviso de lo que puede ser enero para el Celta.

La gélida noche viguesa no invitaba al fútbol, así debieron pensar ambos conjuntos, ya que ni Celta ni Athletic lograban ofrecer un buen partido a la escasa parroquia que se había congregado en Balaídos. El conjunto rojiblanco, con los nuevos bríos impuestos por Garitano buscaba un fútbol directo apoyándose en la velocidad de Williams, Córdoda o Muniain.

Con buenas intenciones, siempre mal ejecutadas en los metros finales, discurrían los primeros minutos hasta que Unai Núñez levantó al público de sus localidades. Un cabezazo a bocajarro sobre la meta de Rubén fue rechazado, con una mano milagrosa por el canterano celeste. No tardó en responder el Celta a través de un lanzamiento directo de falta que Maxi Gómez estrelló en el palo de Herrerín antes del minuto 15.

Muniain adelanta al Athletic

El Athletic estaba mejor en el campo, la puesta en escena del 2019 del Celta estaba muy lejos de lo deseable, y así llegó el primer tanto visitante. Muniain remataba de primeras un centro al área pequeña de Iñaki Williams tras un recorte sobre Cabral. El argentino se quedó clavado ante el gesto técnico del atacante rojiblanco.

Los de Garitano tenían su botín y buscaron llevar el partido al lugar donde se encuentran más cómodos, sin pelota y a la contra. El Celta se estrellaba una y otra vez ante la zaga bilbaina y solo Boufal daba sensación de peligro. Los minutos pasaban sin que nada sucediese en un partido soporífero.

El Celta lo arregla en el descuento

Todo sucedería en el descuento de la primera mitad. Un media vuelta de Maxi Gómez en el área terminó con un disparo desviado arriba por la zaga visitante. Martínez Munuera señalaba córner, Brais lo botaba con el tiempo cumplido y en el segundo palo apareció la pierna de Beltrán para lograr el empate.

Williams retrata a Cabral

El Celta salió mejor a la segunda mitad, generaba ocasiones claras de gol y se erigía en el dominador del encuentro. Pero llegó el error, un pase largo de Herrerín, penosamente defendido por la zaga celeste, permitió a Williams recibir sólo para batir a Rubén Blanco con un disparo raso. Cabral, al igual que sucedió en el primer tanto, quedó retratado por su falta de velocidad y mala colocación.

El guión se repetía, los de Cardoso se estrellaban de nuevo contra la férrea defensa planteada por Garitano y el Athletic sólo buscaba una contra con la que cerrar el partido. El técnico celeste daba entrada a Sisto y Eckert en busca de una igualada que parecía imposible, de hecho era Rubén el que salvaba el tercero de las botas de Aduriz.

Eckert estuvo a punto de llegar a un centro de Juncà que hubiese supuesto el tan ansiado empate. Las pérdidas del Athletic desesperaban a los pocos celestes reunidos en Balaídos, Martínez Munuera, consciente de ello decretaba una continuación de seis minutos.

Las esperanzas celestes se diluían en un testarazo desviado de Okay, lo que permitió a Herrerín robarle al cronómetro unos preciados segundos poniendo el esférico  en el área celeste. Y tuvo una más el Celta, todavía más clara porque Balaídos cantaba el gol, el balón rematado por Maxi, iba pegado a la red, pero por fuera. El Celta perdía su primer partido sin Aspas en el curso, un aviso para lo que puede suceder en enero.