Claudio Giráldez y el celtismo se merecían más ambición en el regreso a Europa

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Claudio Giráldez no ha visto colmadas sus peticiones en el mercado en varias posiciones
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El Celta cierra el mercado con superávit: Fer López paga todos los fichajes y sobran casi 10 millones
La ilusión suele chocar de bruces con la cruda realidad. Las expectativas en el mercado de fichajes también acaban siempre siendo muy superiores a lo que finalmente sucede, al menos en la inmensa mayoría de los clubes españoles. Todo el mundo sueña con retener a sus estrellas, a sus jugadores con mayor proyección. También anhela fichajes de relumbrón, grandes nombres que corear en la grada. Esa ilusión acaba, en muchas ocasiones en frustración. Posiblemente es lo que le ha sucedido a un buen número de aficionados del Celta de Vigo. Más tras escuchar a su faro y guía, Claudio Giráldez, reclamar hasta el último día el fichaje de un centrocampista ofensivo, la ya famosa "guinda" en la vuelta del equipo a Europa.
Analizar un mercado de fichajes que acaba de terminar es casi tan complicado como adivinar un once de Claudio Giráldez. Saber si la plantilla es mejor o peor con solo cuatro partidos de Liga tiene la misma fiabilidad que las predicciones hechas en una feria de pueblo en esas antiguas máquinas en las que metías la mano.
Para cualquier aficionado del Celta la marcha de Fer López supuso un durísimo golpe. Es complicado aceptar que tu jugador con más futuro, el elegido para suceder a Iago Aspas, abandone Vigo con apenas un puñado de partidos en Primera División por la pírrica cantidad de 23 millones de euros abonados en cómodos plazos.

Que además se marche a los Wolves, que rozó el descenso la pasada temporada, solo ahonda la herida. Cualquier equipo de la Premier League, incluso los recién ascendidos, pueden aspirar a los mejores futbolistas de equipos españoles que juegan competiciones europeas.
La pérdida de talento y nivel de LALIGA es una obviedad. Se han ido Zubimendi, Mosquera, Yeremi Pino, Thierno Barry, Mamardashvili, Christantus Uche o Krejci a Inglaterra. El camino de vuelta, salvo los millonarios fichajes que se pueden permitir Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, solo es con futbolistas que no logran cumplir las expectativas en la Premier League.
LaLiga apuesta por los saldos. Muchos clubes están están en la más absoluta ruina. Han tenido que vender a sus mejores jugadores solo para poder inscribir a futbolistas a coste cero. El Getafe CF y el Sevilla CF son el claro ejemplo. Otros como el Real Betis, Villarreal o Valencia han firmado en cantidad pero antes también les tocó vender a jugadores de muchísimo nivel.
¿Esto es consuelo para los aficionados del Celta? Seguro que no. En A Sede, durante la presidencia de Carlos Mouriño, se celebraban los balances de resultados como si fuesen un título, menor, pero un título. El club era un ejemplo, competía en la élite y cada curso presentaba beneficios. Pero esa época de vacas gordas, obesas hasta la saciedad en algún momento, se ha terminado.
El Celta se ha sumado al Fondo CVC para recibir un crédito de 90 millones de euros a devolver en 50 años. La inmensa mayoría se ha ido a distintas mejoras en el estadio de Balaídos, donde la proliferación de palcos vip alentada por LaLiga es más que visible con una fugaz ojeada. Otra parte se irá a Celta 360. Las máquinas trabajan en Mos para hacer realidad un proyecto de más de 100 millones.
Esa será la base del Celta de los próximos cien años, es el discurso oficial del club. Generar más ingresos para poder competir. Se tardarán años para que todo el megaproyecto que se está construyendo en la Ciudad Deportiva Afouteza sea rentable y pueda financiar dos jugadores de calidad en la plantilla. En el fútbol cada vez se habla más de números y menos de sentimientos.

'Odio eterno al fútbol moderno'
Pero el aficionado siente, y sobre todo, padece. Le duelen las derrotas del equipo, que considera suyo aunque pertenezca a una empresa privada, a un fondo de inversión o incluso a un estado donde la democracia y los derechos y libertades individuales son una quimera imposible siquiera de soñar.
Si a ti, celtista, te duele la venta de Fer López o que no llegue la ansiada "guinda" solo imagina que no te dejen amar a quien quieres, expresar tus ideas u opiniones o votar a quien crees que puede hacer tu vida y la de los demás mejor. Ya no hablemos si además eres una mujer, las que cada día tienen mayor protagonismo en las gradas de Balaídos.

El fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes, es cierto. Genera pasiones cada semana en cientos de estadios de todo el mundo. El fútbol profesional es otra cosa. Ha perdido una parte importante de su esencia. De ahí que el 'Odio Eterno al fútbol moderno' esté tan en boga en los últimos años.
Esa es la realidad del fútbol profesional actual. Los clubes están más pendientes de poder equilibrar unas cuentas imposibles de cuadrar que de retener su talento. Le ha pasado al Celta estas últimas temporadas. Esta, por desgracia, no ha sido distinta. Al club le está salvando todo el trabajo que se realiza en A Madroa y la llegada de Claudio Giráldez al primer equipo. Sin estos dos ingredientes la situación económica y deportiva sería calamitosa. Sorprende, pues sí, pero es la cruda realidad tras presentar pérdidas millonarias en los últimos ejercicios.
Solo así se puede entender el mercado de fichajes que acaba de terminar. El Celta estaba obligado a solventar un déficit de 34 millones de euros antes del 30 de junio. A falta de las cuentas oficiales es casi seguro que no lo ha logrado. Se habrá acercado mucho con las ventas de Tasos Douvikas, Jonathan Bamba y Fer López pero no ha sido suficiente.
Sí ha llegado para darle a Claudio Giráldez un bloque lo suficientemente competitivo para no pasar apuros en Liga. El Celta ha ingresado más dinero del que ha gastado. Sucedió lo mismo los cursos pasados con las ventas de Strand Larsen y Gabri Veiga. Vender para subsanar errores del pasado. Los mágicos tiempos del mago de Esposende, de Luís Campos.
El portugués convenció al club que vender a Brais Méndez por 13 millones de euros era una buena operación. También estuvo presente en el traspaso de Gabri Veiga a Arabia Saudí. El asesor deportivo expoliaba la cantera celeste para fichar fuera jugadores que en la mayoría de los casos ya no están en Vigo.
Strand Larsen, con Jorge Mendes como intermediario, y Tasos Douvikas dejaron algunos beneficios a las arcas celestes. Mucho menos del esperado. Pero el agujero está en los fichajes de Unai Núñez, Carles Pérez, Carlos Dotor, Agustín Marchesín, Julen Lobete o Gonçalo Paciencia por poner algunos nombres.
En la mochila celeste sigue habiendo piedras que pesan una barbaridad. La que más, la de Rafa Benítez. El despido del técnico madrileño sigue computando este curso en A Sede. El Celta aún paga a plazos su finiquito y consigna en el Límite Salarial su tercer año de contrato. El madrileño no perdonó un solo euro al club que casi desciende con un fútbol ramplón y cicatero.

Como sucedió el anterior curso un importante porcentaje que LaLiga autoriza al Celta para confeccionar su plantilla se lo lleva Rafa Benítez y el salario de jugadores cedidos como Carles Pérez o Unai Núñez. Ni el Aris de Salónica ni el Verona se hacen cargo de las millonarias fichas que el Celta consideró justas firmarles a ambos futbolistas. Tampoco lo hace el Levante con Manu Sánchez o el Málaga con Carlos Dotor.
Vender para subsistir
Dicho de manera clara. El Celta sigue estando obligado a desprenderse de jugadores para cuadrar sus cuentas. Lo que se ingresa por televisión, abonados, taquillas, patrocinios o publicidad no llega para que el club funcione y pueda competir. En las tres últimas temporadas el club ha vendido por más de 110 millones de euros para invertir solo 55 millones. El resto se ha ido para pagar despidos, salarios y demás parafernalia que exige el fútbol moderno.
Con todos estas premisas es imposible calificar el mercado de fichajes del Celta con un suspenso. El club, como muchos otros, afronta una huida hacia delante en la que se aspira a seguir soltando lastre. Ese es el objetivo que se ha marcado el Celta, lo ha dicho públicamente. Incluso le puso un nombre rimbombante, Senda 2028. Las cosas, con un nombre que dé empaque, siempre parecen más serias. Su artífice, José Gainzaraín, terminó despedido meses después. Su finiquito se dirimirá en sede judicial.
La realidad, como en todas las empresas, es sencilla. Conseguir aumentar los ingresos y bajar los gastos. Aquí, en palabras del club, no es para conseguir beneficios. El objetivo es dejar de vender para subsistir. Todo el dinero se destinará al verde, una frase repetida por Marián Mouriño en más de una ocasión. El aficionado sueña con la llegada de ese día tan lejano que parece solo un espejismo en medio del asolado desierto en el que malvive el fútbol español.
Así que el Celta este verano ha confeccionado una plantilla de garantías pero coja. ¿Ha faltado ambición? Pues es muy posible. El equipo va a jugar la Europa League con un grupo muy similar al del curso pasado. Se han cambiado piezas de un nivel parejo mientras que otras, como la de Fer López, se han quedado vacías. La economía manda pero siempre queda la duda en Vigo de saber si el club puede hacer algo más. En un fútbol de palancas y trucos de manos los vigueses se ciñen siempre al guion marcado por LaLiga. Son uno de los alumnos aventajados de Javier Tebas.

Claudio Giráldez, sin portero, sin pivote y sin enganche
Claudio Giráldez pidió un portero que compitiese con Andrei Radu. No ha llegado. También pidió un defensa polivalente. Tampoco llegó. Su lugar ha sido ocupado por Manu Fernández. El de Narón ha cumplido con nota en sus dos primeros partidos en la élite pero fue el propio club el que trasladaba, hasta hace muy pocas semanas, que su intención era cederlo para que terminase su proceso de formación.
También solicitó, aunque siendo un perfil complementario al del defensa, un pivote potente en lo físico. Se habló con Pathe Ciss. El Celta tuvo que pedir disculpas al Rayo Vallecano al realizar este sondeo por un jugador con contrato en vigor sin haber contactado con la entidad vallecana. Pues ese pivote tampoco llegó.

Claudio Giráldez, hasta el agotamiento, también pidió un enganche. Habló con Iker Losada, lo hizo con Denis Suárez. El enganche, la famosa "guinda" resulta que tampoco llegó. Son muchos noes y pocos síes. Porque en los noes también están los de Iván Villar, Marc Vidal, Joseph Aidoo y Franco Cervi,
La dirección deportiva no fue capaz de dar salida a estos jugadores. No se contaba con ellos desde el final de la temporada pasada. Su continuidad en Vigo frustró cualquier posible operación, por pequeña en lo económico que fuese. El Celta abonará las importantes fichas de Joseph Aidoo y Franco Cervi sabiendo que no tendrán casi oportunidades. La del argentino, petición expresa de Eduardo Coudet, es otra de las operaciones ruinosas del club en los últimos años.

En el caso de Joseph Aidoo todo se explica con la rotura del tendón de Aquiles. Con un único año por delante y un estado físico que parece que no es suficiente para jugar en la élite el central ha defendido su contrato con uñas y dientes. Ambos están en su derecho ya que ninguno obligó al Celta a firmarlos en su momento.
Por primera vez, y es una impresión de esta persona que escribe estas líneas, Claudio Giráldez mostró cierta molestia o desazón en su discurso al ver que muchas de sus peticiones no se transformaban en fichajes que él creía necesarios para el correcto funcionamiento del equipo.
Es cierto que la labor de los entrenadores es pedir y que el trabajo de los clubes es reducir estas exigencias y cuadrarlas en sus balances económicos. Así es el juego entre ambos. Y justo entre los dos está la dirección deportiva, que ejerce de mediador y se lleva, casi siempre, todos los palos. Lo han tenido que vivir estos meses Marco Garcés y Álex Otero.
Una plantilla correcta, sin salto de calidad
El Celta se queda casi como estaba. La portería, al menos en su pieza titular, parece mejor. En defensa el regreso de Javi Rueda le da una pieza de calidad a Claudio Giráldez y Manu Fernández será más fiable que Jailson. Con el paso de los partidos incluso muy superior al brasileño.
En mediocampo no se ha tocado prácticamente nada. Sube Miguel Román ya que el esfuerzo se ha hecho en lograr la continuidad de Ilaix Moriba. Para venderlo en el futuro. En ataque Bryan Zaragoza, un capricho que solo se puede sostener con el dinero que percibirá el Celta de la UEFA, apunta a mejorar a Alfon si se adapta al juego del porriñes. Su continuidad más allá de junio de 2026 si no es para traspasarlo es prácticamente inviable por el alto coste de su contratación.

Borja Iglesias, petición expresa de Claudio Giráldez, continúa en Vigo mientras que Ferrán Jutglà suple a Tasos Douvikas, que salió por la puerta de atrás en enero. No hay un sustituto para Fer López, Jonathan Bamba o Iker Losada. Jones El-Abdellaoui no lo es, por mucho potencial que atesoren sus piernas. Claudio Giráldez tendrá que sacarse otro truco de la chistera.
Iago Aspas vuelve a quedarse huérfano. Su sucesor no está en Vigo, vive en una fea ciudad del centro de Inglaterra, y su recambio tampoco está en la plantilla. Ese es el gran debe del Celta en este mercado. Como siempre será A Madroa quien nutra de alternativas al primer equipo. Pero lo cierto es que Claudio Giráldez y el celtismo se merecían más, mucho más, en el regreso a Europa.
Eu merezo ter outra habitación no piso pero non colle
La falta de ambición es firmar a Jutglá, Bryan y Moriba?
Siempre se dice que primero hay que mirar a la cantera antes de ir a fichar fuera pero después nos quejamos si no fichamos. Y sí que hemos fichado, a cinco jugadores, que son bastantes, todos refuerzos de calidad, dos de ellos ya estaban el año pasado pero no eran nuestros. Cada uno con su opinión, pero para mí el Celta tiene mejor plantilla que el año pasado y creo que fichar a Jutglá, Bryan y Moriba va contracorriente a la falta de ambición. Pero nada, la falta de ambición para otros debe ser que como no puedes sacar a un par de jugadores, porque no quieren salir, que te permitan fichar a alguien pues te falta ambición. Un razonamiento con todo el sentido.
Gran artículo Alberto.
Porque no diste el nombre de cervi como un problema de la ficha y si das el de otros ? Raro ...