Al final, Sergio Ramos acabó donde debía

Sergio Ramos ha sido uno de los protagonistas negativos del Deportivo-Real Madrid. El central sevillano ha estado envuelto en varias jugadas polémicas, siendo la más destacada la que le pega un manotazo en la cara a Fabian Schär. Un gesto por el que debía haber sido expulsado, pero González González, colegiado del encuentro, no lo consideró así. Lo positivo, que al final ha habido justicia y Ramos ha terminado expulsado por otra acción.

En el minuto 52 de partido, Bakkali cae tendido en el suelo. El belga se había lesionado. El central del Madrid lo ve y se queda parado con el balón, pero segundos después da un pase en largo y no para el juego para que fuera atendido el extremo deportivista. El balón le llegó a Luka Modric, que sí mandó el esférico fuera.
Ramos se acercó a hablar con su compañero y por el medio se metieron varios jugadores del Dépor, uno de ellos Schär que reta al camero rozándolo con la cabeza. Eso hace que el madridista responda con un manotazo en toda la cara del central suizo, que cae al suelo. Las imágenes inferiores no dejan lugar a dudas.
El árbitro del duelo decidió resolver la situación mostrándole una amarilla a cada uno, hecho que no gustó a los deportivistas y a su afición, que empezaron a gritar eso de "así, así, así gana el Madrid", pues consideraban que Ramos debía haber sido expulsado por agresión. 
Lo menos malo, que al final Sergio terminó expulsado unos segundos antes de que el partido llegara a su fin por un codazo en la cara de Borja Valle tras un salto. Al principio, parecía que González González no iba a pitar nada, pero lo avisaron sus asistentes y le mostró la segunda amarilla al central y, consecuentemente, la tarjeta roja que lo mandaba a los vestuarios antes de tiempo.