Reconstruir el fortín
Reconstruir el fortín de Riazor es la tarea a corto plazo que se impone a sí mismo el Deportivo de Natxo González. Tras dejarse puntos frente a rivales de la zona media (Numancia) de la tabla o directamente de la parte baja (Tenerife, Lugo y Nàstic), el equipo coruñés debe dar un golpe sobre la mesa en casa, donde recuperar la firmeza es condición necesaria para finalizar la temporada en puestos de ascenso directo a Primera.
Superar al Alcorcón no será sencillo, pues el conjunto alfarero cuenta con mimbres para saber sufrir sin la pelota y salir a la contra con velocidad si los locales se descuidan. Sin embargo, no superar al cuadro dirigido por Cristóbal Parralo supondría no solo un golpe importante en términos de puntuación, sino también, y sobre todo, anímico.
El Dépor concentra su mirada en el rival madrileño, pero no pierde de vista que Las Palmas y Almería serán los siguientes en visitar el municipal coruñés, pues el duelo frente al descalificado Reus está ganado sin visitar tierras catalanas.
El mes de marzo es propicio para los intereses blanquiazules, aunque al mismo tiempo carga de responsabilidad a una plantilla que, cuanto más cerca ha tenido la posibilidad de encaramarse a las dos primeras plazas de LaLiga 1|2|3, más atascada se ha mostrado.
Se acerca la hora de la verdad. Natxo González ha recuperado a todos los lesionados salvo Carlos Fernández y Michael Krohn-Dehli y el cuadro herculino ha logrado revertir los malos resultados cosechados lejos de Riazor con dos victorias en Gijón y Granada y un valioso empate en Málaga.
Ahora, el paso adelante debe darse en casa, donde la afición responderá y el Deportivo tendrá que alimentarla a base de ambición, juego y resultados. Si el equipo responde, Riazor será de nuevo un fortín y el ascenso cobrará fuerza.
