Dos Alfredos, una Copa y un amor para toda la vida

La Copa del Rey del 95 fue el primer título conseguido por el Deportivo. Nadie en A Coruña se olvida de aquella final en dos fases ante el Valencia CF en el Bernabéu tras un tremendo diluvio en el primer partido. Fue Alfredo Santaelena el autor del gol que otorgaba el trofeo al 'Superdépor'. El deportivismo había acudido en masa a vivir un hito histórico para su equipo. Entre la multitud, otro Alfredo, pero de apellido Mourelle, celebraba haber encontrado, además, al verdadero amor de su vida.

"De aquel viaje a Madrid yo me traje dos trofeos", comenta emocionado el propio Mourelle 25 años después. "Yo en aquellos momentos era presidente de la peña deportivista Santa Lucía en un bar que se llama Veracruz y entonces organizamos un viaje para ir a ver la final de Copa a Madrid y resulta que de la Copa me traje dos trofeos: La copa y a Mónica"

Mónica Mella también era deportivista. Estaba encanta de que su Dépor llegase a la final de Copa y cuando pasó por delante del bar de Alfredo vio un cartel del viaje para presenciar el partido y decidió apuntarse. "Ella no era miembro de la peña, no nos conocíamos, ella pasó por allí, vio el cartel y dijo es barato y tal y se apuntó. Yo tenía 25 años y ella tenía 22. Fuimos juntos en el mismo autobús y allí surgió el amor ya”, confiesa Alfredo.

Celebración por todo lo alto

Mónica y Alfredo 'sufrieron' juntos el diluvio que obligó a suspender el primer partido de la final. Volvieron para la ciudad herculina con los nervios del empate a uno con el Valencia pero con mariposas en el estómago. Algo nuevo había nacido. Era el amor. Por el trabajo de Alfredo, los minutos restantes en los que su tocayo Alfredo Santaelena marcó el gol que le dio el título al Dépor los disfrutaron ya en A Coruña pero juntos. "Nosotros fuimos en el primer viaje en el que el partido quedó inacabado y tuvimos que volver. Al segundo, al de los diez minutos, no pudimos ir porque teníamos que trabajar. De hecho, volví del partido, me duché y ya empecé a trabajar. El segundo partido ya lo vimos en el bar de la peña pero juntos". Eso sí, cuando le preguntamos por la celebración al lado de Mónica la sonrisa no se hace esperar: "Lo celebramos a lo máximo".

Boda en el 2000 y la entrada de Copa en un mural

La final de Copa y el Dépor unieron a esta pareja que tras cinco años de noviazgo se casó en el 2000 "cuando el Dépor ganó la Liga", recalda Alfredo. 25 años después de aquella gesta, la entrada de aquel mágico viaje está expuesta en un mural que Alfredo creó en la cafetería que regenta en un Instituto de A Coruña.

“Yo llevo la cafetería del Instituto de Monelos y tenemos un mural del Dépor y tengo allí la entrada de la Copa del Rey del 95. Esa entrada la guardo como oro en paño”. Y no es para menos. Sus vidas cambiaron por completo desde aquel 25 de junio del 95 y desde entonces “siempre unidos nosotros y siempre muy unidos al Dépor. La peña aquella ya no existe. Ahora pertenecemos a la peña deportivista La Cabaña del Cazador y seguimos siendo forofos. Para nosotros, el Dépor es muy importante, forma parte de nuestra vida”.