El Getafe vuelve al Coliseum con polémica por las entradas ante el Real Oviedo

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El Getafe comunicó al Oviedo que no habría entradas visitantes por las reformas
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El esperado regreso del Getafe C.F. al Coliseum Alfonso Pérez este sábado frente al Real Oviedo se ha visto empañado por una fuerte polémica con las entradas. El club madrileño comunicó hace apenas unos días que no enviaría localidades al conjunto carbayón debido a las obras del estadio, pero finalmente ha puesto a la venta 400 entradas de tribuna cubierta a un precio de 100 euros.
Malestar por la gestión de las entradas en Getafe
La decisión del Getafe ha levantado críticas entre los aficionados del Real Oviedo, que se sienten ridiculizados tras recibir la notificación de que no habría localidades visitantes disponibles. La explicación oficial del club azulón fue que las reformas en el Coliseum, que aún se encuentran en la primera de sus cuatro fases, reducían notablemente el aforo y las condiciones de seguridad.
Sin embargo, la aparición repentina de 400 entradas de la zona más cara, 100 euros cada una, ha generado malestar no solo en la afición asturiana, sino también en parte de la azulona, que considera desproporcionado el precio. A pesar de ello, la expectación por volver al estadio después de 112 días ha hecho que apenas queden a la venta y se prevé un lleno absoluto en el estreno en casa.

Estreno con ambiente de gala pese a las obras
El contexto deportivo no queda al margen. El Getafe ha tenido que esperar hasta la cuarta jornada para jugar en su estadio, después de disputar sus tres primeros partidos a domicilio, con un balance positivo de seis puntos sobre nueve posibles. El choque frente al Real Oviedo no será uno más: supondrá el primer duelo entre ambos equipos en el Coliseum en la máxima categoría.
Los asturianos, recién ascendidos y dirigidos por Veljko Paunovic, llegan tras sumar su primera victoria en Primera después de 24 años de ausencia. Enfrente tendrán a un Getafe reforzado por los fichajes inscritos en el último día de mercado y respaldado por una afición que, pese al disgusto por la gestión de las entradas, promete volcarse con su equipo en una cita marcada por la controversia.
